 Por John Fernández @fernanduzo |
Sabíamos que Pol Tarrés tenía una relación muy especial con su Yamaha Tenere 700, y que junto a la marca de los diapasones se ha propuesto firmar más de una hazaña en estos últimos meses desde que fichó por ellos. Pero lo que se hizo público ayer rompe todos los récords mundiales, literalmente.
Tanto él como su equipo, el Trece Racing Society y una productora, The Who, han estado trabajando durante estos últimos meses en un proyecto muy especial con el que han batido, literalmente, un récord mundial.
"Todos hemos soñado alguna vez en llegar donde nadie antes ha estado", inicia el vídeo publicado por el propio piloto de Rellinars en YouTube, en lo que, en un primer vistazo, parece una tierra desértica, con montañas escarpadas, peligrosas y alejadas de todo resto de civilización. Ya nos podemos imaginar qué es lo que viene. Nada más allá de la realidad, el equipo se trasladó hasta Argentina con el objetivo de coronar la cumbre del Mercedario.
En primera instancia esto no dice mucho más, ¿una simple montaña? Pero claro... Si te contamos que Mercedario, con sus 6.720 metros de altura, es la octava cumbre más alta de América y la segunda montaña más alta en Argentina después del Aconcagua, la cosa cambia bastante, ¿verdad? Bueno, pues Tarrés se ha agenciado un World Record Guinness de manual ascendiendo hasta los 6.157 metros de altura con su Tenere 700.
Hasta casi el final de la cordillera de los Andes escarpó el piloto español con su Yamaha sin prácticamente mucha experiencia en ascenso de montaña hasta su preparación previa a principios de este mismo año. Hay que remontarse a inicios de marzo, después de bastante tiempo de preparación, cuando Tarrés salió del campamento base a 3.000 metros de altura. 10 km después paró a descansar a 4.500 metros de altura. Dos días después llegó, concretamente, a los 6.157.5 metros de altura como explica en el propio vídeo.
"El punto más alto jamás alcanzado por una bicilíndrica", comenta. Con visibles problemas para respirar y una cánula de oxígeno en su nariz, en el minuto 12:05 podemos comprobar cómo se ahoga al intentar articular palabra. "He tenido un desgaste físico inhumano, voy con oxígeno, muy poco, apenas me ayuda", dice en un momento de parón.
Todo eso teniendo en cuenta que, por encima de los 5.000 metros de altura, Tarrés llegó a estar incluso a veinte grados bajo cero. "Sudaba, pero tenía frío", menciona a mitad del vídeo. Y todo ello con una moto stock, de origen, excepto el mapa de inyección. "¿Cómo puedes predecir algo que nunca se había hecho antes?", menciona sobre los problemas a los que se enfrentaba sin ser consciente de ellos.
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Ahora Tarrés se apunta al libro Guinness de los récords, pero su aventura no termina ahí ni mucho menos. Según reza en el vídeo, "el equipo estará de vuelta en las montañas justo antes de Navidad, montando en moto y filmando". ¿Le espera otro récord que romper? A continuación el vídeo.
