 Por Alfonso Somoza @sukosomoza |
La carrera de MotoGP del Gran Premio de Indonesia sirvió para confirmar el excelente grip que ofrece la pista de Mandalika en condiciones de lluvia, un asfalto que a pesar de proporcional un alto nivel de agarre acusó también una degradación excesiva a medida que fueron avanzando las sesiones de entrenamientos y carreras de las tres categorías, un estrés que llevó a provocar la aparición de agujeros en la última curva de la pista antes de arrancar las carreras del domingo, de ahí que las citas de Moto2 y MotoGP fueran más cortas de lo programado inicialmente.
La carrera de MotoGP celebrada en la Isla de Lombok también demostró que algunos fabricantes de cascos siguen teniendo problemas a la hora de afrontar pruebas en agua con mucho 'spray' levantado por el resto de participantes; Pol Espargaró, que este año compite con HJC por segundo curso consecutivo, se quejó al final de la carrera de una falta constante de visibilidad a través de la visera del casco, un contratiempo que el piloto de Granollers tratará directamente con la firma surcoreana para saber qué ocurrió exactamente en Mandalika.
Otro piloto que también vio arruinadas todas sus opciones en carrera por culpa de su casco fue Remy Gardner. El australiano venía de sumar su primer punto mundialista en Qatar, donde acabó 15º consolidado como el mejor rookie del Gran Premio de Losail, y aunque el fin de semana de Indonesia no estaba marchando del todo bien, la llegada de la lluvia animó al vigente campeón de Moto2.
Lamentablemente, Gardner se dio cuenta de que algo no iba bien en su casco nada más darse la salida. Según explicó el piloto del Tech 3 al término de la prueba, todo el interior del casco se empezó a llenar de agua a medida que fueron pasando las vueltas, y eso le impidió engancharse al grupo que rodaba justo por delante de él. A partir de la novena vuelta, Remy pasó a ocupar la última posición, la misma (21º) que firmó tras el banderazo a cuadros.
"Si te soy sincero, esperaba más de la carrera de hoy", afirmó el campeón en firme de Moto2. "Tuve algunos problemas de visibilidad con la lluvia y no mejoró mucho cuando estaba detrás de los demás, pero al menos cogí mucha experiencia y logré hacer las 20 vueltas. En las últimas vueltas, me encontré solo, por lo que me entraba menos agua en la visera y pude comenzar a mejorar mis sectores y mis tiempos. Intentaré mantener una actitud positiva y pasar a la próxima carrera".
Su jefe de filas, Hervé Poncharal, se mostró públicamente crítico con el contratiempo que sufrió Gardner en su casco de la marca Kabuto, una firma japonesa que lleva cerca de 40 años fabricando este tipo de protección para ciclistas y motoristas. "Me siento un poco frustrado por el resultado de Remy Gardner, porque normalmente es muy fuerte en condiciones de lluvia, así que no entendí nada cuando le vi perder el contacto con el grupo de Raúl", aseveró el mandamás del Tech 3 el domingo por la tarde.
"Cuando volvió al box, no estaba contento con su casco, estaba lleno de agua y reducía considerablemente su visibilidad", explicó el team manager francés. "A este nivel, cuando sabes cuánta inversión se realiza en una carrera, es una gran pena perderse un buen resultado potencial debido a un problema con el casco, y me resulta difícil de aceptar".
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Dejando a un lado lo ocurrido con el casco de Remy Gardner, Poncharal valoró positivamente la experiencia adquirida por el australiano en unas condiciones tan difíciles como las que vivieron los pilotos de MotoGP en Mandalika, una destreza en agua que le vendrá muy bien al dorsal #87 en futuras carreras: "Aparte de eso, logró terminar la carrera, lo cual es bueno, y también aprendió mucho sobre sus neumáticos y su moto en condiciones de lluvia. Creo que, sin su problema, habría estado luchando por los puntos en el grupo de Raúl", concluye Poncharal.
