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Las cuatro caídas que Marc Márquez sufrió a lo largo de los tres días del Gran Premio de Indonesia, y sobre todo su volada del domingo durante el warm-up previo a la carrera, demostraron dos cosas: la primera, que la Honda 2022 y la carcasa 2018 de Michelin no se llevan nada bien, y la segunda, que Marc no ha perdido ese apetito ni esa ambición que le han llevado a ganar ocho títulos mundiales, seis de ellos en la categoría reina.
Si algo ha caracterizado al piloto de Cervera a lo largo de todos estos años es su valentía, sus ganas de ser siempre el mejor bajo cualquier circunstancia; da igual que esté lloviendo, que esté luchando por la pole o que tenga que remontar desde la última posición para ganar la carrera. Marc es así, y ese ADN ganador le acompañará hasta el día de su retirada.
Sin embargo, esta virtud del catalán también le ha jugado alguna que otra mala pasada durante estos dos últimos años. En julio de 2020, Márquez se rompió el húmero derecho intentando ganar una carrera en la que se vio obligado a remontar desde posiciones muy retrasadas por un susto previo que casi le lleva al suelo; en Mandalika, además de caerse dos veces consecutivas en la Q1 en su intento por meterse en la lucha por la pole, Márquez protagonizó un brutal 'highside' en el tramo final del warm-up que le mandó directo al hospital como consecuencia del fuerte golpe que se llevó en la cabeza, un impacto que ha reavivado de nuevo sus problemas de diplopía.
Llegados a este punto, algunos compañeros de profesión ven necesario que Marc 'cambie el chip' si no quiere hacerse más daño y prolongar durante varios años más su exitosa trayectoria profesional. Es el caso de John McGuinness, un piloto que sabe muy bien lo que es hacerse daño y, sobre todo, pilotar siempre al filo del límite; no obstante, uno no gana 23 veces el TT de la Isla de Man si no sabe gestionar y asumir con inteligencia cuándo es el momento de apretar o de cortar.
El Misil de Morecambe le dedica su última columna en MCN a Marc Márquez, un piloto por el que siente fascinación y que, bajo su punto de vista, necesita que alguien cuide de él con urgencia: "No podemos olvidar todo lo que ha conseguido, los títulos mundiales que ha ganado, pero alguien debería encargarse de cuidar de Marc Márquez, porque hay algo que no va del todo bien. Es como si se hubiera soltado un cable en alguna parte, si se debe a accidentes anteriores... ¿su vista? ¿su concentración? Pero cinco caídas no es algo aceptable, él es mejor que eso".
El piloto de 49 años tiene claro que llegará un momento en el que el cuerpo de Márquez "no podrá asumirlo más", sobre todo ahora que su diplopía parece reactivarse cada vez que el catalán se lleva un impacto fuerte en la cabeza: "Después de esa caída en el warm-up parecía un chaval que había tenido suficiente. No me gustaría verle dejar este deporte por haberse llevado tantos golpes en la cabeza. Alguien, en algún momento, debería tener unas palabras con él. Es como si necesitara controlarse".
Pese a su grave lesión en el brazo derecho y los problemas de visión que ha sufrido Marc en los últimos meses, McGuinness cree que el #93 sigue pilotando "por encima del límite todo el rato", una estrategia que "le funcionó en el pasado, pero que ahora no le funciona. Tuvo cuatro caídas en el último fin de semana, y la última fue grande. Da igual el nivel que tengas, ya seas un piloto aficionado o de MotoGP, tienes que plantearte algunas preguntas cuando te sucede algo así".
De hecho, McGuinness menciona al team manager del Repsol Honda Team, Alberto Puig, como la persona que quizás debería calmar las ganas del ocho veces campeón del mundo: "Me da la impresión de que Alberto Puig sólo quiere que vuelva de inmediato sobre la moto y vaya rápido otra vez, pero necesita volver a recuperar su confianza. Todo esto de cuidar de él puede ser como abrir la caja de Pandora, pero cuando un piloto se está cayendo constantemente, se tiene que hacer algo".
McGuinness admite "estar preocupado" por Marc, sobre todo después de ver lo que ocurrido el sábado durante la Q1 del Gran Premio de Indonesia: "El sábado, después caerse, volvió corriendo al box, y un par de vueltas después de volver a pista, se volvió a caer en la misma curva. Eso no está bien, parece una persona desesperada", explica el británico, consciente de que Márquez "habría acabado hecho añicos" de no haber llevado un mono equipado con airbag durante su caída en el warm-up.
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Lejos de criticar el estilo de Márquez, John McGuinness le pide al de Cervera que reflexione sobre su enfoque de las carreras y que mida mejor los riesgos para poder seguir disfrutando del mayor talento que ha dado el motociclismo español e internacional en la última década: "Es triste ver esto, porque es uno de los mejores, y cuando está a su mejor nivel es imposible apartar los ojos de él. Pero él no puede estar disfrutar de lo que le está pasando, y creo que nadie disfruta viendo lo que se está haciendo a sí mismo"