 Redacción @todocircuitoweb |
La FIM publicó hace unos días el primer borrador de la nueva categoría Supersport Next Generation, un conjunto de normas técnicas con el que se intentará igualar al máximo las prestaciones de todos los modelos que el próximo año ocuparán la parrilla del Mundial de Supersport, donde motos como la Ducati Panigale V2, la MV Agusta F3 800 o la Triumph Street Triple RS 765 se enfrentarán a modelos ya veteranas en este paddock como la Yamaha R6 o la Kawasaki ZX-6R.
Entre los modelos homologados para la futura categoría de Supersport Next Generation encontramos algunas sorpresas como la Kawasaki ZX-636R o la Suzuki GSX-R 750, esta última marcada como "Pendiente" en el listado de nuevos modelos admitidos, quizás dejando entrever el posible regreso de esta mítica 'siete y medio' al campeonato del mundo, una noticia de la que Suzuki todavía no ha querido facilitar detalle alguno.
Muchos fans del WorldSBK confiaban en ver a KTM entre las marcas implicadas en el nuevo Supersport Next Generation, sobre todo después de comprobar el arrollador éxito comercial de su exclusiva RC8 C, una deportiva bicilíndrica que equipa el motor de la Duke 890 R con 128 cv de potencia, equipada con una parte ciclo de competición y fabricada en edición limitada a sólo 100 unidades en todo el mundo.
Pese a su alto precio -35.000 euros-, la RC 8C sólo estuvo a la venta de forma online durante cuatro minutos y medio, lo que tardaron en agotarse el centenar de motos que han fabricado en Mattighofen, logrando una facturación superior a los 3,5 millones de euros en un tiempo récord.
El éxito comercial de la RC 8C parece que animó a KTM a lanzar, a nivel de producción, una RC 890 que hace sólo unos días ya pudimos ver rodando por carretera abierta en versión prototipo. Todavía no sabemos cuándo se presentará a nivel internacional, pero es evidente que la llegada de una versión de calle con especificaciones más simples y un precio muy inferior al de la RC 8C será una realidad dentro de muy poco, y quizás para entonces KTM se anime a participar con este modelo en el Mundial de Supersport.
De momento, la marca austriaca se mantiene cauta a la hora de revelar sus planes de futuro en el paddock del Mundial de Supersport, aunque no ocultan su deseo de organizar algún tipo de campeonato monomarca con su futura RC 890 para darle a sus clientes la oportunidad de competir con este modelo. Así lo afirma Hubert Trunkenpolz, uno de los miembros de la dirección del Grupo KTM AG, a Speedweek.com: "Quizás podríamos tener una copa monomarca en algún momento. Hace diez años ya organizamos una copa con la KTM RC 8R en el IDM Superbike. Quizás un campeonato como el IDM sería una buena plataforma para organizar de nuevo una copa monomarca KTM".
Trunkenpolz comenta que KTM "no tiene sus planes definidos" en este momento", aunque admite "tener algo en mente para nuestra moto bicilíndrica de 890 cc", descartando la posibilidad de aumentar el número de unidades previstas de la RC 8C para no traicionar a los 100 clientes que hace poco adquirieron una: "La serie limitada a 100 unidades que lanzamos de la RC 8C era demasiado exclusiva para poder hacer algún tipo de copa con ella. Hay que tener en cuenta que muchos de sus compradores son coleccionistas que ni siquiera la usarán, por eso no vamos a construir más unidades de las 100 previstas, nunca le haríamos eso a nuestros clientes".
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Teniendo en cuenta que las motos que competirán en Supersport Next Generation no pueden superar los 20.000 euros de PVP en el mercado, la RC 8C no podría ser admitida en este paddock al superar con creces esta cifra. No obstante, Hubert Trunkenpolz deja la puerta abierta a la posible llegada de una versión de calle de menor precio pero siguiendo la misma filosofía de la RC 8C: "Si volvemos a lanzar un concepto similar, será una moto más simple y económica", argumenta el directivo de KTM.
