 Redacción @todocircuitoweb |
Australia quiere acabar de una vez por todas con lo que ellos denominan 'velocidad extrema' en sus carreteras, motoristas y conductores que duplican la velocidad máxima permitida en vías públicas y que en ocasiones protagonizan gravísimos accidentes de tráfico que acaban con su propia vida y con la de otros conductores que simplemente tuvieron la mala suerte de cruzarse en su camino.
De ahora en adelante, cualquier conductor que sea cazado a 'velocidad extrema' en Australia se enfrentará a un delito contra la seguridad vial que podrá llevarle a prisión durante un periodo máximo de cinco años, y además se establece en cinco años el tiempo mínimo de retirada del permiso de conducir que puede decretar el tribunal, un plazo que puede ser mucho mayor o incluso permanente.
La denominada como 'velocidad extrema' en Australia supone superar en 55 km/h o más el límite permitido en aquellas carreteras limitadas a 60 km/h o menos. Es decir, en un entorno urbano con una señal de 50 km/h, circular a 105 km/h ya se considera como 'velocidad extrema' y nos podría llevar a la cárcel durante un plazo de cinco años. Si el exceso sucede en carreteras de mayor velocidad -en Australia las autopistas están limitadas a 110 km/h-, entonces no podremos superar en 80 km/h el límite establecido si no queremos acabar en prisión.
Aprovechando este cambio en su legislación de tráfico, las autoridades australianas han lanzado una campaña de concienciación orientada principalmente a motoristas. El vídeo incluye varias imágenes de motocicletas rodando a alta velocidad por algunas vías urbanas de tres carriles, hasta que da paso una grabación onboard en la que un motorista captó su propio accidente contra la parte trasera de un camión.
En el metraje se ve al motorista rozando los 270 km/h al manillar de su Suzuki GSX-R 1000 en lo que parece ser una carretera interurbana de tres carriles con bastante tráfico, semáforos y negocios a los lados. Nada más superar un cruce con un semáforo en verde, el protagonista del vídeo acelera hasta los 150 km/h -el límite de la vía es de 80 km/h- por el carril de la izquierda sin darse cuenta de que hay un camión prácticamente parado en ese punto, sufriendo un violentísimo impacto contra el vehículo.
Según informan las propias autoridades en el vídeo -difundido con permiso de la mujer del motorista-, su protagonista pasó dos meses en coma y a día de hoy arrastra una lesión cerebral permanente que le ha dado un giro de 180º a su vida y a la de toda su familia. "Su decisión de pilotar a velocidad extrema no sólo tuvo un impacto en él, también lo hice en las vidas de aquellos extraños que le mantuvieron con vida sobre la carretera y también cambió para siempre la vida de su familia", reza el vídeo en su parte final a modo de conclusión.
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Aquí puedes ver la campaña lanzada en Australia para luchar contra la que ellos mismos denominan 'velocidad extrema':
