 Redacción @todocircuitoweb |
Exprimir el motor de una deportiva de gran cilindrada en una recta no consiste únicamente en dar gas a fondo y olvidarse de todo. Aunque muchos no lo saben, las fuerzas y tensiones a las que sometemos a nuestra motocicleta cuando aceleramos a fondo producen un desajuste de pesos entre la parte delantera y la motocicleta que, en la mayoría de ocasiones, absorben la horquilla delantera y el amortiguador trasero, compensando así cualquier posible movimiento del manillar con ayuda -si nuestra moto lo equipa -del amortiguador de dirección.
Sin embargo, hay factores externos a nosotros que pueden romper la estabilidad de nuestra máquina cuando rodamos a velocidades muy altas o simplemente intentamos llevar al límite su motor. Una junta de asfalto más grande de lo normal, unas maletas cargadas con exceso de equipaje, una presión incorrecta de los neumáticos o un repentino cambio de nuestro cuerpo sobre la moto en un momento crítico pueden producir un inesperado aligeramiento del tren delantero y una serie de sacudidas del manillar que todos conocemos como shimmie y que, en función de su gravedad, pueden llevarnos incluso al suelo.
El vídeo que hoy os mostramos está protagonizado por una motorista que, a tenor del modo en el que lleva su moto en pleno pique con un BMW, nunca ha sufrido en sus carnes el temido efecto shimmie. En su afán por superar al coche con el que está compitiendo en plena autopista, justo cuando está superando los 200 km/h, los semimanillares se empiezan a volver locos y no tiene más remedio que soltarlos, quedando abandonada a su suerte.
A partir de ahí, la motorista recorrer un buen puñado de agónicos metros consciente de que a esa velocidad le va a resultar imposible hacerse con el control de la moto, y por eso decide saltar de ella cuando ve que se dirige hacia uno de los laterales de la autopista.
El arrastrón sobre el asfalto es de los que duelen, y para más inri, la equipación de la motera deja algo que desear con esos guantes de verano y unos pantalones vaqueros finos. Por suerte, más allá de las quemaduras y de una fractura en un tobillo, la protagonista del vídeo pudo vivir para contarlo, y quizás tomar nota de lo importante que es ir bien equipado y, sobre todo, no cometer ciertos excesos sobre dos ruedas.
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El vídeo, a continuación:
