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La noticia la filtró Speedweek.com hace un par de días, y hoy Jorge Lorenzo ha confirmado estar en conversaciones con Aprilia para trabajar con ellos el año que viene en calidad de probador en el caso de que Yamaha no quiera renovar el contrato que le vincula con el mallorquín después de un año muy complicado a nivel profesional por culpa de la pandemia de coronavirus.
En una extensa entrevista ofrecida al Diario AS, el pentacampeón del mundo ha dejado claro que, a día de hoy, su primera opción de cara a 2021 "sigue siendo Yamaha" por todo el pasado que ambos arrastran juntos, aunque Jorge no esconde que "hay otras opciones" entre las que se encuentra efectivamente Aprilia.
Lorenzo asegura estar ahora mismo a la espera de conocer la decisión que tomará la cúpula de Yamaha Racing en Japón. "Estoy esperando noticias suyas", dice al respecto, dejando claro que, en este momento y a pesar de lo que se ha publicado en otros medios, Yamaha todavía no ha tomado una decisión respecto a cómo conformará su equipo de pruebas en 2021.
El piloto de 33 años cree que la pandemia de coronavirus le perjudicó a él y a Yamaha a partes iguales, y está convencido de que 2020 habría sido "un año muy provechoso" de haber podido desplegar el calendario de test privados que ambos habían pactado. "Al final lo que ha pasado es que no me han podido o sabido utilizar. Es como si eres un equipo de futbol y tienes a Messi o Ronaldo y no le sacas provecho", valora Lorenzo.
Respecto al rendimiento que ofreció en el test de Portimao, Lorenzo ha explicado que llegó bajo de forma física porque, según lo hablado con Yamaha en verano, este año ya no iban a ejecutar más test privados, y además se da la circunstancia de que varios ingenieros del equipo de pruebas tuvieron que marcharse el segundo rumbo a Le Mans para cubrir la baja del personal de Yamaha que se había quedado confinado en Andorra por culpa de un positivo por COVID-19 dentro del equipo.
"En junio, cuando estábamos en pleno COVID, se me comunicó desde Yamaha que seguramente no habría más test así que bajé mi ritmo de entrenamiento, porque no sabía qué haría al año siguiente y, de seguir, no tendría más test hasta febrero", comenta Lorenzo al Diario AS. "Bajé el ritmo y de repente y sin esperármelo Meregalli (director deportivo de Yamaha) me comunicó que había este test en Portimao, para preparar la carrera que allí habrá, y me puse a entrenar como pude. Quedaba poco tiempo y no llegué en la mejor forma, además y sobre todo, llevaba ocho meses sin subirme a una MotoGP, que es una moto súper extrema así que pierdes todo".
Este cúmulo de circunstancias motivó que Lorenzo rodara a más de dos segundos del resto de probadores de MotoGP, un rendimiento que, en su opinión, "generó algunas dudas sobre mi competitividad" en Yamaha. "Sería injusto y un gran error coger como referencia tan sólo lo que ocurrió en Portimao. Sobre todo sabiendo cuál es mi pasado con la marca y mi rendimiento cuando fuimos a Sepang a principios de año. Allí llevaba tres o cuatro años sin subirme a la M1 y me quedé a 1.3 del más rápido. Y eso sin poder montar el último neumático blando porque se puso a llover. Montar el blando me hubiera hecho quedarme a medio segundo o siete décimas del primero", añade el español.
Con su futuro en Yamaha pendiendo de un hilo, Lorenzo admite que la opción de irse a Aprilia es un plan "interesante" para él, una forma de "cerrar el círculo" con una marca, el Grupo Piaggio, con la que llegó al Mundial de 125 sobre una Derbi, ganando después dos títulos de 250 cc con Aprilia. "Es una opción más incómoda, porque la M1 es más natural para mí, pero si les hiciese mejorar el rendimiento sería un mérito más vistoso, como es el caso de Pedrosa con KTM. Le han hecho caso y los resultados se han podido ver. La mejora en Yamaha no se ve tanto", opina Jorge.
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Por último, Lorenzo afirma que podría ser "un guía o coach" de Andrea Iannone en el caso de firmar con Aprilia al compartir ambos residencia en Lugano, y no oculta sus ganas de disputar el máximo posible de carreras en calidad de invitado el próximo año, ya sea con Yamaha o con Aprilia: "Me gustaría dejar la puerta abierta por contrato a los máximos wildcards que la fábrica pudiera hacer. En el caso de ser competitivo y de que me apetezca, sería bonito tener esa posibilidad. Lucharé por contrato por tener esa posibilidad", concluye Lorenzo.