 Redacción @todocircuitoweb |
Andrea Iannone sigue a la espera de saber si su futuro profesional quedará finalmente condenado por su último positivo en anabolizantes o si bien el piloto de Aprilia tendrá luz verde para incorporarse al campeonato cuando Dorna y la FIM anuncien la fecha definitiva de un mundial que sigue en el limbo por culpa del coronavirus.
La epidemia de COVID-19 está retrasando la decisión por parte del Tribunal Disciplinario de la FIM en relación al veredicto que deben tomar los tres jueces que forman este tribunal tras la audiencia que se llevó a cabo el pasado 4 de febrero, donde los abogados del piloto italiano presentaron un informe de más de 100 páginas donde se recogían, entre otras pruebas, unos análisis del cabello de Iannone donde se demostraba que su organismo estaba totalmente limpio de anabolizantes desde el mes de septiembre -la prueba antidopaje se realizó a finales del mes de octubre-.
Mientras Andrea sigue esperando la decisión de estre tribunal -que podría suspender su licencia FIM hasta un máximo de tres años si es declarado culpable-, el italiano ha charlado a través de las redes sociales con Max Biaggi sobre el confinamiento que Iannone está llevando a cabo en Suiza, país en el que reside desde que empezó a correr en MotoGP.
"¿Qué hago estos días?", cuenta el #29. "Pues ya he montado cuatro karts, de hecho uno de ellos lo he desmontado entero y he vuelto a montarlo porque ya no sabía qué hacer", admite entre risas el italiano, un apasionado confeso de esta disciplina que practica siempre que tiene un rato libre.
Su charla con Biaggi fue de lo más distendida, incluyendo una revelación: "Mi hermano Angelo sí que era biaggista, pero mi ídolo era Rossi, tenía siete años cuando ganó su primer mundial de 125 y yo estaba fascinado por él y sus bromas", recuerda Andrea.
Sobre las motos que al de Vasto le gustaría probar está la Yamaha YZR 500 que Max Biaggi guarda en su garaje privado: "Por supuesto que intentaría subirme a ella, pero Max no me dejaría pilotarla", dice Iannone entre risas, respondiendo así a la pregunta de si se plantearía un cambio al Mundial de Superbikes en el futuro: "Nunca digas nunca, pero es algo en lo que no pienso ahora".
Iannone también habló del pasado, asegurando que a nivel deportivo sólo se arrepiente de una cosa: haberse marchado de Ducati, la única fábrica con la que ha conseguido una victoria en MotoGP además de su mejor resultado al cierre de una temporada -fue 5º en 2015 sobre la Desmosedici de fábrica-.
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"En retrospectiva, si tuviera que cambiar algo, diría que una cosa: no me habría alejado de Ducati", explica Iannone, cuya etapa posterior en Suzuki no fue todo lo buena que él esperaba: "Cuando me fui de Ducati venía de dos temporadas muy positivas, de una moto que tenía una aceleración y una frenada brutales, pero con la que sufría entrando en las curvas. En Suzuki encontré una moto con unas características opuestas", concluye Iannone, cuyo mejor resultado con la GSX-RR fue un segundo puesto en 2018.
