 Redacción @todocircuitoweb |
Prácticamente sobre la campana y con el arranque del WSBK a a la vuelta de la esquina, Sandro Cortese ya puede respirar tranquilo. El que fuera campeón del mundo de Moto3 en el año 2012 acaba de hacer oficial su fichaje por el Pedercini Racing para disputar este año el Mundial de Superbikes con la moto que ha dejado libre Jordi Torres, a su vez comprometido con Honda y el Team Laglisse en el ESBK.
El piloto alemán se quedó sin asiento a finales de 2019 después de que el GRT Yamaha decidiera prescindir de sus servicios de cara al curso 2020, equipo al que llegó coronado como campeón de Supersport. Cortese se operó del hombro nada más acabar la temporada y se lanzó en busca de un asiento para no quedarse fuera del WSBK, pero las opciones eran ya muy escasas.
Sandro estuvo en los test Jerez y Portimao, pero lo hizo en sustitución de Leon Camier para trabajar con la Ducati Panigale del equipo Barni, consciente de que su presencia en este box se esfumaría tras el test de Portugal. A partir de ahí, Cortese habló con Pedercini y se quedó a la espera de saber si la estructura italiana lograría el respaldo de los patrocinadores y de Kawasaki para poner al menos una moto en parrilla.
Por fortuna para Cortese y Lucio Pedercini la respuesta de los sponsors y de la propia Kawasaki fue positiva, y a falta de dos semanas para el inicio del WSBK en Australia, el equipo italiano ya puede confirmar su presencia en esta parrilla con Sandro Cortese como único piloto.
"Estoy muy feliz de haber cerrado este acuerdo con Pedercini a dos semanas de empezar la temporada", ha comentado el alemán en declaraciones ofrecidas a Speedweek.com. "Ha habido muchos socios que han hecho esto posible. Muchas gracias a Peter Baumann y a Liqui Moly, sin su ayuda esto no habría sido posible. Pero los patrocinadores de Lucio también están involucrados, han tenido que poner en funcionamiento el equipo en un plazo de tiempo corto".
"Ha sido un invierno duro y difícil para mí", reconoce Cortese. "Tuve una operación en el hombro y la rehabilitación duró meses. Mis patrocinadores personales me han acomapañdo en este tiempo tan difícil. Cuando les dije que tenía la oportunidad de seguir con Pedercini, todos me dijeron que se irían conmigo. Gracias a ellos también".
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"Me irá a Australia el miércoles. Nunca había tenido tan poco tiempo. En 2017 ya llegué tarde al Kallio Racing, pero esto lo supera y hace que se más emocionante. Todavía no conozco la moto, tengo dos días de test en Australia. Será un desafío grande, los otros tienen ventaja al haber hecho seis días de test. Pero acepto el desafío. Kawasaki me apoya, su divisón europea me ha dado una buena respuesta", finaliza el piloto de Ochsenshausen, que sólo dispondrá de dos jornadas de test oficial en Phillip Island para conocer su nueva Kawasaki.
