 Redacción @todocircuitoweb |
Dorna y la FIM publicaron hace unos días una actualización del reglamento técnico del Mundial de Superbikes que abría la puerta a la llegada de la aerodinámica activa al campeonato, una tecnología que sólo se podrá emplear en competición siempre y cuando el modelo de calle monte el mismo sistema, respetando las medidas originales de los alerones y la carga aerodinámica homologada por cada fabricante.
Hace un par de meses, Honda patentó un sistema de alerones retráctiles muy similares a los apéndices fijos que finalmente ha montado la marca japonesa en su nueva Fireblade 2020. Aquella patente que ya os mostramos el pasado mes de septiembre (pincha aquí para leer la noticia) incluía un servomotor que desplegaba o escondía dos pequeños alerones superiores de forma automática en función de variables como la velocidad o el ángulo de inclinación de la motocicleta.
Ahora, Honda ha querido ir un paso más allá, y gracias al portal Bennetts.co.uk podemos confirmar que aquellos pequeños alerones retráctiles solo eran el comienzo de la nueva tecnología de aerodinámica activa en la que está trabajando la marca del ala dorada.
Las tres últimas patentes presentadas por Honda dejan claro el interés de los japoneses por seguir explorando este campo en sus modelos de calle (derivando después en el WSBK). La primera es una actualización del sistema que ya vimos el pasado mes de septiembre, aunque hay cambios evidentes. En lugar accionar dos pequeños alerones ubicados en la zona superior de los carenados laterales, Honda quiere utilizar ahora unos alerones todavía más grandes en una zona más baja, cerca de la quilla.
De nuevo, un servomotor se encarga de extenderlos u ocultarlos en función de la información que vaya recibiendo de la IMU. Por ejemplo, bajo fuertes aceleraciones o frenadas, las alas se abrirán para darle más estabilidad a la moto, y sólo se esconderán a altas velocidad para no perjudicar a la velocidad punta de la moto.
La segunda patente presentada por Honda es todavía más llamativa. Se trata de un sistema que utiliza el 'pico' de la moto -la zona triangular ubicada justo encima del faro- a modo de alerón activo, de nuevo acompañado por un servomotor conectado a la IMU de la motocicleta.
El pico de la moto se inclinará en el momento de la frenada para darle más aplomo al tren delantero, manteniendose en esta posición durante toda la trazada de la curva. En el momento de levantar la moto para abrir gas, la 'nariz' de la moto vuelve a su posición original para no perjudicar el flujo aerodinámico a máxima velocidad.
Si este sistema te ha llamado la atención, espera a ver la última patente de Honda. En lugar de emplear alerones activos, la marca japonesa tiene pensado instalar tres motores hápticos -parecidos a los que montan los teléfonos móviles- en la parte delantera de la motocicleta para que generen vibraciones en determinadas circunstancias y 'rompan' el flujo aerodinámico del aire sobre el carenado frontal.
Estas vibraciones deberían ayudar a mejorar la agilidad de la moto, ya que no permiten que el aire ofreza su reistencia habitual, y por tanto se pierde estabilidad. Su uso estaría enfocado al momento exacto en el que el piloto suelta los frenos y busca la mayor agilidad posible para tumbar la moto y entrar en curva.
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El Mundial de Superbikes ha abierto las puertas a un mundo totalmente nuevo y desconocido como es el de la aerodinámica activa, una tecnología que permitiría, por ejemplo, hacer uso de uno o varios apéndices retráctiles de forma selectiva en cada circuito, ofreciendo una programación curva a curva que podría generar grandes diferencias entre fábricas que empleen esta tecnología y las que todavía no hayan explorado este campo.
