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 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
La felicidad por encima del dinero. Es uno de los lemas vitales de Marc Márquez, uno de los pocos pilotos españoles de la categoría reina del mundial de motociclismo que todavía mantiene fija su residencia en España, una decisión que le obliga a entregar cerca de la mitad de sus ingresos anuales al Estado en concepto de impuestos.
Márquez es feliz en Cervera, un municipio de poco más de 9.000 habitantes situado al este de Lleida donde vive junto a sus padres y su hermano Álex. Se ha criado en sus calles, tiene allí a su grupo de amigos y lo que es más importante para él: puede salir a paesar o a darse una vuelta sin que nadie le moleste o le agobie por ser quién es. En definitiva, Cervera es su refugio.
Así lo explica en su última entrevista en vídeo ofrecida al Diario El País: "El hecho de estar en Cervera, más que el clima, lo marca el hecho de estar en pueblo o ciudad. En un pueblo te hablas con todo el mundo, es todo más campechano".
Sin embargo, a medida que su trayectoria deportiva y sus ingresos han ido escalando, Márquez se ha llegado a plantear en alguna ocasión la posibilidad de irse fuera de Cervera para aliviar la carga de impuestos que soporta anualmente. Hace cuatro años se rumoreó su interés por mudarse a Andorra, algo que el propio heptacampeón del mundo negó más tarde convocando una rueda de prensa en la que no pudo evitar emocionarse. Había sido una semana muy dura para Marc, y las críticas y 'palos' que estaba recibiendo por culpa de aquel rumor acabaron afectándole más de lo que esperaba.
Pero no. Marc dijo entonces que seguiría viviendo en Cervera y pagando aquí sus impuestos, y cuatro años después -y varios millones de euros abonados a Hacienda más tarde-, sigue reafirmándose: "¿Que en algún momento de mi carrera deportiva me he planteado irme fuera? Pues claro, claro que me lo planteo, cuando llega el final de año y viene el abogado, el hombre del traje que digo yo, y te pasa los números y dice 'tienes que pagar el 47% de lo que ganas al Gobierno', pues claro que te viene el '¡me voy!', pero no, luego piensas y dices 'es que la felicidad tampoco tiene precio'".
Para Márquez, la tranquilidad y la armonía que consigue en Cervera es algo que jamás podría tener en cualquier otra parte del mundo por mucho dinero que tuviera en los bolsillos: "La vida que ya ha pasado ya no la recuperas, es como una balanza, pierdes por un sitio, pero ganas mucho más en el otro, y creo que aquí lo que me aporta es tener los pies en el suelo, tener la misma gente de siempre, y sobre todo ser feliz. Llegar al circuito que vienes relajado de casa, no vienes que has estado estresado en un sitio, solo, o cuando tienes una mala carrera, sabes que llegarás a casa, tendrás a los amigos, te irás a jugar al pádel, te irás a una cena, y con esos amigos no hablarás de motos".
Este año, Márquez se ha caído un total de 23 veces a lo largo de la temporada. Por suerte, a pesar de que es uno de los pilotos que más veces se van al suelo en MotoGP -el año pasado hasta en 27 ocasiones-, las lesiones le siguen respetando, aunque sabe que todo puede cambiar el día que de verdad se haga daño: "El día de mañana si tengo una lesión grande, quizás no correré igual. Me acuerdo en Mugello, me caí a final de recta en 2013, y durante todo ese fin de semana pasé... no miedo, pero era la primera vez que sentía un respeto mayor a lo normal".
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El #93 es consciente de que "salva muchas", pero también "se cae muchas". "Pero si no te caes no puedes salvarlas, o si no lo intentas. Entonces ya cada vez es como más una reacción de mi cuerpo, ¿Cuándo te caes qué haces? Pones las manos en el suelo, pues yo ya veo que si se me va de delante, vaya a la velocidad que vaya, ya la reacción del cuerpo es apretar con el codo y la rodilla. Es mi estilo. La gente dice 'es que arriega mucho y se cae mucho'... si quieres marcar la diferencia tienes que buscar algo diferente a los demás".
Puedes ver el reportaje completo que ha preparado el diario El País en este vídeo:
