NOTICIAS

Mike Hailwood, el piloto que inició su leyenda gracias al talento... y al dinero

Publicado el 08/01/2018 en Mundial de Motociclismo

Giacomo Agostini (#1) rueda por delante de Mike Hailwood (#2) | Imagen: MotoGP.com

Por Cristian Ramón Marín
@Crms74 | Google+

Que un piloto tenga que aportar dinero a los equipos para competir (ya sea de forma directa o a través de sus sponsors personales) es una práctica muy extendida en la inmensa mayoría de competiciones de motociclismo. Al menos, para los pilotos que no ocupan las posiciones top de cada categorías. Las únicas excepciones son copas de promoción como aquella Movista Junior Cup que catapultó a Dani Pedrosa hasta el Mundial, y el debate sobre esta forma de conseguir un asiento ha vuelto a los focos tras la retirada de Juanfran Guevara por "motivos económicos".

Disputar una temporada del FIM CEV Repsol, ya sea en Moto3 o Moto2, es caro. Conseguir una moto competitiva en el mundial, todavía más. Pero siempre ha sido así. Lo confirmó el expiloto Efrén Vázquez hace unos días: en 2008 necesitó 100.000 euros para competir en el CEV y unos 200.000 más para disputar el mundial de 250cc.

Lo cierto es que, hoy en día, se habla más sobre esta problemática que en una época de absoluto crecimiento como 2008. Pero lo de aportar dinero para competir es tan longevo como el propio motociclismo y Dennis Noyes, uno de los periodistas con más conocimiento sobre MotoGP, lo corrobora: El mejor ejemplo de un piloto con mucho dinero que llegó muy rápidamente adonde no habría llegado sin dinero es el gran Mike Hailwood. Su Padre, Stan Hailwood, le consiguió motos de fábrica de joven (Ducati 125cc en 1959 y 1960; Mondial y Ducati en 1960). Ya había demostrado ser rápido, pero el dinero de su padre, un millonario en libras, hizo posible que fuera piloto oficial de Honda en 1961 cuando ganó el título de 250cc”. La trayectoria deportiva de Hailwood se cerró con nueve títulos mundiales y el británico es, sin duda, uno de los mejores pilotos de la historia. Nadie duda de su talento y algunos incluso le colocan como el mejor piloto de la historia. Si lo hubiera conseguido sin el dinero es una incógnita que jamás se despejará.

Leer también | Pol Espargaró y la presión de trabajar en un proyecto millonario

Algunas cosas no han cambiado desde los años 70: tener recursos económicos es una gran lanzadera, pero el talento gana la partida en el largo plazo. En unos años donde la concienciación sobre la seguridad era mucho menor, algunos pilotos incluso perdieron la vida. “Piers Weld Forester era un amigo rico de Barry Sheene. Amigo de juergas, aristócrata... Estuve en Brands Hatch, en 1977, el día que perdió la vida tras impactar contra el guardarraíl de entrada a meta. Llevaba una Yamaha 750 cuatro cilindros”, narra Dennis.

De acuerdo con el excomentarista de Mediaset, Weld Forester sobrevaloraba sus dotes como piloto: “Todos los que corríamos en UK en aquella época (yo corría en producción) intuíamos que Piers se iba a hacer daño. Era un tío divertido, pero no muy realista sobre su propio nivel de habilidad. Fue uno de esos "hombres ricos" que se mataron llevando motos más –mucho más- potentes que las 500cc de Hailwood y Agostini. Piers corría en coches también, pero los coches tienen protecciones”. 

Tags: Mike Hailwood, Dennis Noyes, Mundial de Motociclismo, Efrén Vázquez, Juanfran Guevara.


Sólo los usuarios registrados pueden añadir un comentario. Por favor, inicia sesión o regístrate a través de este enlace.