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¿Una moto naked puede ser deportiva y automática? Sí, la respuesta es Yamaha MT-07 Y-AMT

Publicado el 29/09/2025 en Artículos

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Bruno SánchezTC
Redactor

Hay un ritual sagrado en la conducción deportiva. Una danza que todos los que amamos quemar adrenalina sobre dos ruedas hemos aprendido y perfeccionado. Es el juego coordinado entre la mano izquierda y el pie izquierdo; el delicado arte de modular el embrague mientras el tobillo sube o baja la palanca de cambios en el instante preciso. Es una conexión mecánica que, durante décadas, hemos considerado inseparable de la propia esencia de la deportividad. Para muchos, eliminar esa palanca y esa maneta sería como quitarle el alma a la moto.

Yo mismo, con más de veinte años probando máquinas de todo tipo, he defendido esa idea. He creído firmemente que la intervención directa del piloto en la transmisión era un pilar fundamental de la experiencia. Pero Yamaha, con su nuevo sistema Y-AMT montado en la icónica MT-07, no me ha hecho cambiar de opinión. 

Me ha hecho darme cuenta de que la pregunta estaba mal planteada. La cuestión no es si una moto automática puede ser deportiva. La pregunta es: ¿y si eliminar esas palancas, lejos de desconectarte, te permitiera alcanzar un nivel de conexión y concentración superior en conducción deportiva? La respuesta es un sí que resuena en cada curva.

¿Qué es (y qué NO es) el Y-AMT?

Antes de adentrarnos en las sensaciones, es crucial derribar un prejuicio. El Y-AMT no es un variador continuo de scooter. Olvida esa sensación de "resbalamiento" y falta de conexión. Lo que Yamaha ha hecho es coger la caja de cambios manual de seis velocidades de la MT-07 y automatizar su accionamiento. Dos actuadores eléctricos se encargan de gestionar el embrague y seleccionar la marcha con una precisión y velocidad que superan la capacidad humana. No hay maneta de embrague. No hay palanca de cambios.

La filosofía detrás de esta tecnología es el Jin-Ki Kanno de Yamaha: la sensación de unidad entre piloto y máquina. El objetivo no es simplificar por comodidad, sino eliminar las "distracciones mecánicas" para que el piloto pueda dedicar el 100% de sus recursos mentales a lo que de verdad importa: la trazada, la frenada, el gas y la posición del cuerpo. Es una herramienta de enfoque, no de pereza.

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Modo Manual (MT): El Quickshifter definitivo

Para el purista que quiere mantener el control, el modo Manual (MT) es la primera revelación. Los cambios se realizan con dos levas en la piña izquierda. Un toque con el índice o el pulgar. "Click". Y la marcha entra. No hay drama, no hay tirones, solo una transición instantánea.

En la práctica, se siente como el quickshifter bidireccional más perfecto que hayas probado jamás. Las subidas de marcha a pleno gas son fulminantes, más rápidas y suaves que cualquier sistema convencional. Pero es en las reducciones donde el Y-AMT demuestra su verdadera magia. Olvídate de dar el golpe de gas o de la brusquedad que a veces tienen los quickshifters al bajar marchas. Aquí, reduces con un simple toque de dedo mientras frenas a fondo, y el sistema gestiona el embrague y las revoluciones para ofrecerte una retención perfecta, sin el más mínimo bloqueo o desestabilización de la rueda trasera.

Pero el verdadero cambio de paradigma, la ventaja que redefine la conducción en curva, es la liberación de tu pie izquierdo. Tradicionalmente, al acercarte a una curva cerrada, tienes que mover el pie de la estribera para reducir una o dos marchas. Es un movimiento sutil, pero desestabiliza, aunque sea mínimamente, tu posición y el reparto de pesos.

Con el Y-AMT, tu pie izquierdo no se mueve jamás de la estribera. Puedes mantener una posición corporal de ataque perfecta durante toda la fase de frenada y entrada en curva. Puedes cargar el peso en la estribera interior con total confianza, mejorando el agarre y la estabilidad de la moto. Esta capacidad para mantener el cuerpo anclado y enfocado únicamente en la inclinación y la trazada es una ventaja competitiva brutal. De repente, te sientes más integrado en la moto, más sólido, más rápido. No has perdido el control; has ganado un nuevo nivel de estabilidad y precisión.

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Modo Automático Deportivo (D+): Tu copiloto de carreras personal

Si el modo MT es una revelación, el modo automático deportivo "D+" es pura brujería. Al activarlo, no le estás cediendo el control a la moto; estás contratando a un copiloto invisible con una telemetría perfecta.

Imagina que encaras tu puerto de montaña favorito. En lugar de pensar "aquí bajo a segunda, aquí estiro la tercera", simplemente te dedicas a pilotar. El sistema D+ interpreta tu estilo de conducción. Si abres el gas con decisión, estirará la marcha hasta la zona alta del cuentavueltas para darte la máxima aceleración. Si frenas bruscamente antes de una horquilla, reducirá las marchas necesarias para colocarte en el régimen perfecto, dándote el freno motor exacto que necesitas. Mantiene la moto viva, en el corazón del par de su motor CP2, lista para catapultarte a la salida del viraje.

Lo que consigue el modo D+ es algo increíble: libera tu ancho de banda mental. Toda esa energía y concentración que antes dedicabas a coordinar el cambio, ahora la puedes invertir en leer mejor el asfalto, en ser más fino con el acelerador, en apurar un metro más la frenada. Te permite elevar tu pilotaje porque te concentras en el "qué" (qué trazada hacer, qué nivel de inclinación) en lugar de en el "cómo" (cómo y cuándo cambiar).

En una tanda de curvas enlazadas, el sistema es simplemente sublime. Te permite fluir de una curva a otra con una suavidad y una eficacia pasmosas, sin la interrupción que supone el acto físico de cambiar. Es una experiencia de conducción deportiva más pura y concentrada. Puede que al principio tu instinto busque unas palancas que ya no están, pero a las pocas curvas, haces "click" y te das cuenta de que estás yendo más rápido y con menos esfuerzo.

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La sinergia perfecta

Toda esta brillantez del software del Y-AMT sería inútil si la parte ciclo no estuviera a la altura. Y es aquí donde la renovación de la MT-07 2025 cobra todo el sentido. El sistema Y-AMT no es un añadido, es la culminación de un conjunto pensado para el rendimiento.

Puedes explotar las reducciones instantáneas del Y-AMT porque la nueva horquilla invertida y las pinzas de freno radiales de la MT-07 te dan la confianza para frenar más tarde y con más contundencia que nunca. El tren delantero ya no flanea; pisa con una solidez que te invita a buscar los límites.

Puedes aprovechar la entrega de potencia ininterrumpida que ofrece el sistema porque el nuevo chasis, un 13% más rígido, y el basculante rediseñado, transmiten cada caballo al asfalto con una integridad total. La moto es un bloque sólido y predecible.
Incluso las llantas superligeras Spinforged juegan un papel crucial. Su menor inercia permite que la moto reaccione con una agilidad endiablada a tus insinuaciones, haciendo que la fluidez que te proporciona el Y-AMT se traduzca en cambios de dirección instantáneos.

Volvamos al principio. A ese ritual sagrado del embrague y la palanca. Tras experimentar el Y-AMT en un contexto puramente deportivo, me doy cuenta de que no hemos perdido nada. Hemos ganado una nueva forma de conectar con la moto, más directa y cerebral. Yamaha no ha eliminado el alma de la conducción; simplemente, la ha mejorado.

Tags: yamaha, MT-07, Y-AMT.


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