Llega la Streetfighter 848

La aceleración me pareció muy progresiva, siempre desde mi nivel. Los reposapiés van muy altos, los manillares también, por lo que la posición me pareció realmente cómoda. Una moto muy muy divertida, muy ágil, super cómoda, el motor una pasada. Vamos, un auténtico juguetito.
Me lo pasé realmente bien con ella, por ponerle una pega, la recta... ¡parecía que mi cabeza iba a salir volando! Pero cuando vas a pasarlo bien y disfrutar, ¿qué importa el ir más despacito en la recta? Otro gran motor que me lo hizo pasar realmente bien. Yo le daría un 10 de 10 porque, para quien va a divertirse sin pensar en otra cosa, esta es su moto.
Se puso a chispear en medio de la tanda y no paré de lo bien que me lo estaba pasando. Muy ágil, me recordó un poco a mi antigua Monster, pero ésta la noté más ágil, se caía sola en las curvas y también corría.
Y por fin... ¡la Panigale!
Quinta tanda, ¡llega el plato fuerte! La deseada Ducati 1199 Panigale. Nunca he cogido una mil, estaba más nerviosa que un ocho. Nada más mirarla, su estética atrapa, ni qué decir cuando giras la llave y se pone el contacto, impresionante el cuadro. Aparece lo primero el logo de Ducati que ya te hace pensar "¡madre mía, lo que voy a coger!"
Es una moto muy estrecha, con lo cual tienes la posibilidad de llegar al suelo con facilidad, menos yo claro... Me subo, todos pendientes de que no me fuera al suelo. Bonilla la sujeta, me dice que tranquila, ¡y que esto él no se lo pierde! ¡Que sale a grabar! ¡Que presión! Me preparo, meto primera...uffff, esa sensación al arrancarla, ¡en la vida se me olvida!
Salgo, primera curva, casi se me cala, ¡qué suave va el puño! Hasta la curva del garrote voy a tirones, llego a la cafetería y ya le voy cogiendo el tranquillo. Me vuelven a pasar hasta los caracoles, me da tiempo a ver las flores en todas las curvas. Llego a la recta y no le doy al mango, ¿y si ahora esto no frena qué? ¡Venga, otra vueltecita!
Subiendo y bajando marchas a ver cómo anda esto, llego a la recta y venga, vamos a darle un poco... ¡cómo corre esto! ¡Ahora hay que frenar! Yo creo que se me puso la cara que llevaba Rossi en el casco de Mugello, qué susto me di. ¡Cómo frena esto! Otra vuelta, y me pasa Bonilla señalándome que va grabando. ¡Ahora voy a hacer todo lo que he aprendido con Mario y más! Se me olvida que voy en la Panigale y me centro en disfrutarla. ¡Qué dulzura! ¡Cómo gira, qué ágil, cómo empuja! En la vida he ido tan rápida como fuí el domingo.
Lo que más me ha gustado ha sido la sensación de seguridad en todo momento que me daba, tanto al acelerar como al frenar, tremenda, iba por donde yo quería, una seguridad impresionante, sin duda alguna una moto de carreras auténtica. Alucinante, puntuación de 1 a 10 se lleva el 11 sin duda alguna.
Llega la hora de parar, otra vez me da la canguela, ¡a ver quién está esperándome para pararme! Ni me acuerdo quien me cogió de lo nerviosa que iba. Ni me puedo bajar, ni me puedo quitar el casco, estoy en estado de shock, no reacciono. Cuando mi corazón empieza a funcionar, respiro, inspiro, respiro... ¡qué guapa!
Esto no es una crónica como dicen de datos técnicos sobre las motos ni nada de eso, sino de impresiones de gente tandera. Yo ruedo en 2,20 en Albacete, y las tres Ducati que probé me encantaron, me lo pasé de rechupete, ¡fue un día genial!
Todo esto fue posible gracias a mi gran amigo Ismael Bonilla, gracias a Ducati, a White Planet Bike y a la revista Fórmula Moto. Ha sido un sueño cumplido, un sueño hecho realidad, jamás me hubiera podido imaginar que ese sueño lo pudiera cumplir, a partir de ahora voy a empezar a creer en que a veces los sueños pueden hacerse realidad.
.jpg)
Por Mariajo "Paketorra"
Moderadora del foro Todocircuito.com
<- Página anterior
Páginas: 1 2