Yamaha YZF R1 Resistencia

Antes de nada, permíteme que te presente a los chicos de WPB. Esta joven empresa, con poco má de dos años de vida, se dedica a impartir cursos de conducción por varios circuitos españoles, además de tandas libres. Si lo que buscas son rodadas serias y bien organizadas, te recomendamos que ruedes con ellos si no lo has hecho ya. Cuentan con transponders para todas las motos, de modo que al final del día podrás saber qué tiempos has hecho, y presumir delante de tus amigos.  Visita su página web y échale un vistazo a las fechas que tienen, seguro que alguna te pilla bien.

En lo referente a la competición, WPB participa en varios campeonatos nacionales, cosechando éxitos importantes en varios de ellos. Sin ir más lejos, el año pasado consiguieron el primer puesto en el Campeonato de España de Resistencia Superstock 600, encima de una Yamaha R6 y venciendo con ella en las tres carreras disputadas en Almería, Albacete y Cartagena. Tampoco dejaron escapar la oportunidad de ganar en la MAC 90 The Race organizada por Miguel Angel Castilla dentro de su categoría correspondiente.




De cara a este año, David y la gente de WPB esperan repetir el mismo éxito cosechado en el nacional de Resistencia, pero esta vez en la categoría de 1000 cc Superstock, con la Yamaha R1 que te presentamos a continuación.  Pero no solo de motos "gordas" vive WPB, ya que también ayudan a Cristian Trabalon en la Red Bull Rookies Cup, donde ostenta el dorsal número uno al ser el piloto más joven de la parrilla y  por haber conseguido los mejores resultados en los pasados tests realizados en el Circuito de Cheste.

WPB también estará presente en la nueva copa Kawasaki Ninja Cup, dentro del equipo Losbu - WPB. El piloto será José Enrique Jiménez García, más conocido como Jota, y cuenta con serias aspiraciones para llevarse el título en 2007. Por último, la gente de WPB también participará en otra copa que es novedad esta temporada, la Copa del Mediterráneo. Nicolás López es el piloto elegido para correr en la categoría de Supersport. Tanta actividad en el mundo de la competición hacen que WPB sepa moverse por los circuitos españoles como pocas empresas del mismo sector, y desde luego toda esa experiencia la transmiten a los cursillistas a través de sus monitores, muchos de ellos pilotos mencionados anteriormente. Desde Todo Circuito les deseamos toda la suerte del mundo para la temporada 2007 en todas las categorías en que participan, seguro que van a dejar el pabellón muy alto.

 

Primer contacto

Como ya te hemos comenado unas líneas más arriba, esta R1 va a participar en el próximo campeonato de España de Resistencia. La gente de WPB ha decidido apostar por Yamaha debido a la facilidad para encontrar recambios. Tal y como nos explica uno de los pilotos oficiales, Pablo Ferrero, "hemos elegido Yamaha porque tienes infinidad de recambios de segunda mano, especialmente a través de internet, o talleres especializados. Si nos caemos y rompemos algo, a las pocas horas encontramos la pieza que necesitamos a precios casi de risa, por eso mucha gente corre en campeonatos nacionales con Yamaha." Lo cierto es que esta R1 2005 es una moto excelente para un campeonato como el de Resistencia, con un motor más que probado desde hace varios años, y un chasis de aluminio que te transmite en todo momento lo que va pasando.

A nivel de frenada, WPB ha cambiado todo aquello que el reglamento de Superstock 1000 les permite, es decir, pastillas, latiguillos y bomba de freno. En el caso de las pastillas, no se han roto mucho la cabeza y han escogido directamente unas de Yamaha Racing Parts (www.yamaha-racingparts.com), dejando las pinzas radiales con 4 pistones que equipa la R1 de serie. Para evitar una fatiga excesiva en el sistema de frenos, han optado por montar unos latiguillos metálicos de la marca Goodridge, que van directamente desde la pinza hasta la bomba de freno Brembo pr19 que lleva montada, que permite un mayor caudal que la bomba original. Los discos son los originales de Yamaha, de 320 mm de diametro, ya que el reglamento de Superstock no permite su cambio. Con todas estas modificaciones, el nivel de frenada de la R1 ha mejorado notablemente respecto a la moto de serie, que ya de por si tiene una de las mejores frenadas entre todas las Superbikes.

En ningún momento noté el más minimo indicio de fatiga, y siempre que le pedí toda la fuerza necesaria, la Brembo pr19 respondía a la perfección, aunque bien es cierto que tenía que hundir la maneta casi hasta el fondo, debido en parte al estado de las pastillas, que según me comentaron sus pilotos, ya estaban bastante gastadas y tocaba un cambio pronto. Un detalle curioso sobre el sistema de frenos es el invento que han hecho los mecánicos de WPB para poder cambiar las ruedas rápidamente sin tener que soltar las pastillas de freno. Mediante unos imanes especiales, las pastillas tienen el juego suficiente para poder moverse pero sin llegar a soltarse de la pinza, lo que facilita enormemente las cosas a los mecánicos, que en poco más de dos minutos son capaces de cambiar las ruedas de la moto y de llenar el depósito de combustible. El tiempo es oro en una carrera de Resistencia.

 

Öhlins, porque yo lo valgo

La firma sueca, experta en suspensiones de cualquier tipo, se encarga de firmar toda la moto, tanto en la horquilla delantera como el amortiguador trasero, pasando por el de dirección.  La horquilla invertida de 43 mm lleva corazón Öhlins, ya que los muelles y las válvulas de horquilla pertenecen a esta marca. Con una dureza bastante superior a los muelles de origen, este "transplante" interno que ha sufrido la horquilla de la R1 le ha sentado perfectamente. La típica brida que marca el tope de horquilla no se movió de su sitio en toda la prueba, y eso que sometí a la Yamaha a más de una apurada fuerte, especialmente a la llegada de la curva del garrote, un giro de derechas muy cerrado donde llegas algo rápido. Ya podía frenar hasta bien entrada la curva, que la moto no se movía un ápice de delante, ni siquiera estando ya muy inclinado y tocando con la rodilla, y aún manteniendo apretada la maneta de freno. Para mi gusto, la horquilla delantera era algo brusca a la hora de volver a su posición normal, seguramente debido a un reglaje demasiado conservador de la extensión de hidráulico, pero como es lógico la moto va adecuada al gusto de los dos pilotos oficiales, así que no podía andar tocando nada.

Para prevenir los temidos simmies delanteros, WPB ha elegido un amortiguador de dirección Öhlins "de toda la vida", anclado justo por debajo de la tija. Desde luego, una moto como esta R1 pide a gritos un accesorio de  este tipo, ya que  con la fuerza de su motor la rueda delantera se pasa el día en el aire si no te echas encima del tren delantero. Con un reglaje excesivamente duro para mi gusto, este amortiguador de dirección Öhlins funciona a las mil maravillas, ya que, si bien notas que a la salida de los virajes la moto intenta levantarse continuamente, en ningún momento la dirección se pone a bailar como una loca, ni siquiera saliendo en 2ª y apretando sin contemplaciones.  Como te decía hace un momento, para mi gusto iba algo duro, y eso se nota en virajes lentos donde te cuesta meter la moto más de lo normal, aunque también es lógica esa dureza si luego queremos que la moto se mantenga recta al dejar salir sus más de 160 cv.

Detrás esta R1 monta un amortiguador trasero Öhlins considerado "pata negra", en concreto el modelo 46PRXLS, regulable en precarga mediante un pomo exterior, regulación de compresión en alta y baja velocidad, etc etc... Lo cierto es que no tengo ningún tipo de queja sobre como funcionaba, y eso que se adaptó a mis kilos extra a la perfección, ya que los dos pilotos oficiales de WPB son más delgados que yo. La tracción a la salida de los virajes es soberbia, la moto no hace ni un solo extraño, y eso que la prueba la realicé con el slick trasero de Michelin ya en las últimas. Es más, en un par de ocasiones la moto se fue de atrás abriendo gas, pero por fortuna para mi (y para David que es el que tendría que pagar la factura) pude controlar la derrapada sin ningún problema, como si la moto fuese mía y hubiese rodado con ella miles de kilómetros. Desde luego es uno de los elementos que más distan en cuanto a funcionamiento de las piezas de serie. Los más de 1.200 € que cuesta el juguetito están rentabilizados más que de sobra, una sabia elección. 

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