REPORTAJES

Yamaha YZF R1 Resistencia

Publicado el 02/07/2011 en Pruebas de motos

El motor

El motor de esta R1 2005 permanece prácticamente de serie a excepción de algunos extras. Recordemos que se trata de un cuatro cilindros en paralelo inclinados hacia delante, refrigerado por agua, DOHC, 20 válvulas y una potencia anunciada por Yamaha de 172 CV a 12.500 rpm, que se quedan en 10 menos pasando por un banco de potencia. La preparación llevada a cabo por WPB no busca mejorar las prestaciones puras del tetracilíndrico de Yamaha, sino llenar sus medios con todos los caballos que sean posibles. Para ello, han montado un sistema completo de escape Arrow, hecho completamente en titanio, que ha mejorado notablemente la potencia existente entre las 8.000 y las 11.000 rpm, lo que permite al piloto alargar más los cambios de marcha y aprovecharse de los fantásticos medios del motor de esta R1.

Para perfeccionar este reparto de potencia, la moto lleva instalado un Power Commander III, con el cual los pilotos del equipo pueden escoger la curva que mejor se adapte a cada uno. El día de la prueba llevaban una configuración adecuada para un circuito como Albacete, donde pocas veces llevas el puño a todo gas, y es mejor contar con unos medios excepcionales para poder enlazar curva con curva sin cambiar de marcha y con fuerza. Por último, las mejoras a nivel del motor se completan con un filtro de aire abierto K&N, un complemento perfecto para un escape tan abierto como el Arrow, que además permite a los mecánicos olvidarse de su mantenimiento.

En cuanto a los desarrollos, WPB tiene un juego completo de piñones y platos para poder adecuar la moto a cada circuito, ya que no es lo mismo correr en Cartagena que, por ejemplo, en Cheste. El día de la prueba, la moto quizás iba algo larga de desarrollos, ya que 5ª la usaba únicamente a final de recta, pocos metros antes de echar el ancla, y 4ª apenas la metía en un par de ocasiones. También es cierto que en una moto como la R1 tampoco pudes meter un desarrollo excesivamente corto, porque sino se haría totalmente inconducible. 

Al margen de todo lo que te he comentado anteriormente, la moto cuenta además con otra serie de "chuches" que te detallo a continuación. Pegado al cuadro de relojes lleva instalado un indicador de marchas Digi muy útil, que te ayuda mucho especialmente si es la primera vez que te suben en esta moto. PP Racing es la encargada de los semimanillares (de aluminio) y las estriberas retrasadas, en color negro y con múltiples posiciones. El tapón de gasolina es de apertura rápida (obligatorio en Resistencia) para poder abrirlo en un segundo y llenar el depósito lo antes posible. Para facilitar el juego de muñeca, esta R1 lleva instalado un kit de puño rápido que convierte la operación de abrir gas en algo extremadamente delicado, ya que un desliz y sales por orejas en menos que canta un gallo. Speed Fiber se encarga de vestir a esta R1 con un carenado de fibra completo, cerrado por debajo y con agujero de vaciado. Además, se han utilizado varias protecciones de carbono para cubrir algunas zonas delicadas de la moto, como el basculante trasero.

 

Arrancamos

Circuito de Albacete, mediodía. El equipo de Todo Circuito se desplaza hasta aquí invitados por White Planet Bike para probar a fondo su R1. Llegamos, me enfundo el mono, y me dirijo al Pit para hablar con Pablo y con Marco, los dos pilotos oficiales. Me dan varios consejos sobre la moto. Son casi 170 cv y puño rápido, asi que tengo que andarme con ojo con el gas, que esto no se parece ni de lejos a la 600 que piloto habitualmente. Encima, los slicks de Michelin que lleva montados no están ya para muchas alegrías, así que mejor será que me tome la prueba con calma, no vaya a matarme David, el "boss" de WPB. Me subo a a la R1 y me ajusto la maneta de freno a mi gusto, ya que iba demasiado pegada al puño de gas para mi gusto. Giro la llave y arranco el tetracilíndrico de Yamaha. Un sonido ronco y grave me alegra la mañana en un momento. El escape y el filtro abiertos se hacen notar, la moto al ralentí no mantiene las revoluciones de manera constante. Tras habituarme un poco a los mandos, meto primera y me dispongo a salir a pista. La moto tiene cambio normal, no invertido; mejor así, más que nada por costumbre, aunque me habría dado lo mismo que hubiese sido invertido.

Me incorporo a final de recta con los neumáticos fríos, ya que no tenían montados los calentadores, asi que la primera vuelta decido hacerla con tranquilidad, calentando bien los flancos pero sin hacer el burro. No estoy solo en pista, y alguna moto me adelanta. Van demasiado rápido para ser la vuelta de reconocimiento... Efectivamente, no he terminado aún mi primer giro al circuito y ya sacan bandera roja. Alguién se ha caido en la curva a derechas que hay después de la larga paella de izquierdas. Ahí se llega con el flanco derecho del neumático algo frío, ya que las tres curvas anteriores son todas de izquierdas, y si vas algo pasado ahí es fácil irte al suelo.  Entro al Pit Lane de nuevo, con cara de tonto porque no he pasado ni de 3ª con la R1.

Al cabo de un rato, vuelvo a pista, esta vez después de haber montado los calentadores, y salgo un poco más animado. Después de hacer la primera vuelta relajado, llego a la recta de meta. Salgo en 3ª de la última curva del circuito, y meto 4ª con decisión a fondo. La moto se aligera de delante de manera asombrosa, y tengo que echarme encima del tren delantero. A mitad de recta meto 5ª, y antes de llegar al cartel de 150 metros, suelto gas, embrago mientras freno como un poseso, y bajo dos marchas. De repente, noto un latigazo en la parte trasera de la moto, la rueda se bloquea mientras suelto el embrague, y entro cruzado en la primera curva a derechas del circuito. Visto desde fuera, parecía un piloto profesional, pero dentro del mono creo que manché algo...


Bueno, la moto ya me ha dado un primer aviso sobre su carácter nada más empezar: ojito con las reducciones bruscas, que la moto no tiene embrague antirrebote, y no se puede reducir como en una 600.  Llego al giro más lento del circuito de Albacete, el temido garrote. Freno como un poseso justo antes de inclinar la moto, noto como se aligera la parte de atrás de la R1 peligrosamente, e hinco la rodilla en el suelo. Allá donde miro, allá va la moto, eso sí, con un pequeño plus de esfuerzo físico que otras motos que he probado, y es que esta Yamaha es estable como pocas, pero se nota que es una 1000 a la entrada de las curvas.

Salgo en segunda del garrote poniendo toda mi atención en el puño de gas, no vaya a salir por orejas (tengo suficiente con una vez en Montmeló), y a los pocos metros meto tercera para poder hacer el siguiente giro más relajado. Aquí es donde me doy cuenta de lo bien que funciona el Öhlins de dirección en esta R1, ya que saliendo a fondo en 3ª con la moto aún bastante inclinada, en ningún momento noté que se girase la dirección o que se saliera de la trayectoria buena. Como es lógico, sientes como la parte delantera quiere levantarse del suelo a toda costa, pero cargando todo el peso hacia delante y manteniendo firme la dirección, la moto va sobre un rail.


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Tags: yamaha, r1, resistencia, circuito, albacete, tandas.


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