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Ahora es el turno de afrontar la curva rápida de Albacete. Para aquellos que lo desconozcan, es un giro en ángulo de 45º donde pasas realmente rápido, a más de 140 km/h con la rodilla rozando el piando interior. Con la R1, lo primero era colocarla por el sitio bueno, así que me abro un poco hasta pegarme a la línea blanca derecha, suelto el gas y acaricio el freno delantero, para, a continuación, tirar la moto hacia dentro como un poseso, fijando mi mirada en el piano de salida. La moto perfecta, tanto delante como detrás. En otras motos, saliendo de este giro, la parte trasera de la moto tendía a volverse un poco loca cuando abres gas a fondo, ya que es una de las zonas del circuito donde ganas tiempo de verdad. Pero en esta R1 de WPB, gracias al Öhlins pata negra que monta detrás, cualquier indicio de meneo desaparece, el único límite lo impone el neumático. Sigo acelerando a fondo en 3ª, y llegamos a una curva larga de izquierdas. Aquí es fácil colarte en la frenada, ya que se llega mucho más rápido de lo que parece a simple vista, y la entrada de la curva te invita a apurar la frenada al máximo. Aquí es donde me di cuenta de lo bien que trabaja el tren delantero de esta moto, ya que a pesar de frenar como un loco instantes antes de hincar la rodilla en el suelo, la moto no me hizo ningún extraño delante. Sí es cierto que, una vez volvía a su posición "normal", la sacudida era algo brusca para mi gusto, pero claro, seguro que las reacciones de esta R1 son muy diferentes conmigo encima que con cualquiera de sus dos pilotos oficiales. Descolgado cual mono de Tanzania, trazo la paella de izquierdas manteniendo el gas ligeramente abierto, y haciendo un esfuerzo por que la moto no se vaya abriendo en el viraje, para afrontar de la mejor manera posible la siguiente curva a derechas. Aquí me voy dando cuenta de que esta R1 es una moto muy física, tienes que estar en muy buena forma para pilotarla rápido durante un rato largo. Los antebrazos acaban sufriendo mucho, debido sobre todo a su potente frenada y al esfuerzo extra que tienes que hacer para que vaya por el sitio, ya que en giros algo lentos se hace un poco torpe. Seguramente tocando un poco el amortiguador de dirección habría logrado alguna mejora pero, como te comentaba anteriormente, la moto va al gusto de sus pilotos.
En los últimos giros del circuito de Albacete pude comprobar los magníficos medios que tiene esta R1. A diferencia de una YZF de serie, en la moto de WPB tienes bastante más chicha entre las 8.000 y las 11.000 rpm, dándote el juego suficiente para poder devorar las escasas rectas que hay entre curva y curva sin tener que cambiar de marcha. Es una moto menos estresante a nivel mental que una 600 preparada, ya que puedes centrarte en otras cosas que no sean el cambio, pero como contrapartida el esfuerzo físico es mucho mayor. Volviendo a su motor, puedes salir de curvas de 2ª en 3ª sin ningún problema, como por ejemplo la chicane, donde es mejor tener un buen tacto para poder dar un golpe de gas en el cambio de inclinación de la moto, algo que ayuda mucho a trazarla como es debido. Por cierto, que sepas que el Circuito de Albacete ha puesto pequeños badenes en los pianos de la chicane y en la curva a derechas después de la paella, mucho ojo con ir colado. Arriba la moto es fantástica, y realmente no sabes bien cuando cambiar de marcha, ya que empuja como un misil a partir de 11.000 rpm. Tampoco tiene mucho sentido exprimirla como una 600 y cambiar en la zona roja, compensa mucho más meter una marcha más y aprovecharte de su medio régimen demoledor.
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En definitiva, creo que la gente WPB tiene una moto perfecta para poder luchar por las primeras posiciones del Campeonato de España de Resistencia. Esta R1 tiene unos medios brutales, se aguanta en la frenada sin ningún titubeo, y la parte trasera funciona a la perfección gracias al buen reglaje conseguido en el Öhlins trasero. Una moto muy bien compensada que, si bien es cierto que no es amable con el piloto la primera vez que te subes a ella, con el paso de las vueltas te vas aclimatando a su mala leche y carácter. Acostumbrado a llevar una 600, esta R1 te exige más esfuerzo físico para llevarla por el sitio, pero a cambio te permite rodar en los mismos tiempos con más facilidad y naturalidad. Desde luego, los más de 7.000 € que lleva esta moto encima se hacen notar frente a una R1 de estricta serie, y no sólo a nivel de empuje (los valores máximos de potencia apenas se han alterado) sino en toda la parte ciclo, que trabaja en conjunto de manera soberbia. Si quieres saber el coste exacto de la preparación que lleva esta R1 2005, al final de este artículo encontrarás todo lo que buscas.
Si tengo que encontrale algún "pero" a la moto, diría que me la esperaba un poco más ágil en los cambios de dirección. Comparada con la CBR 1000 RR que pudimos probar el pasado mes de Septiembre, la R1 se nota un poco más vaga a la hora de tirarla que la Honda, que me recordaba mucho más a la agilidad de una 600. Eso sí, la estabilidad que luego te da la Yamaha a la hora de abrir gas no la tiene ni de lejos la CBR 1000RR de la prueba, que nos regaló algún que otro molesto simmie mientras la pilotamos. Respecto a los reglajes de la horquilla delantera, como te he comentado más arriba no estaban a mi gusto, pero eso ya no es un hándicap de la moto, sino el gusto personal de cada piloto, así que no le podemos achacar ese "mal" a la moto. Me quedé con las ganas de poder probarla "en serio" con unos slicks nuevos o en mejor estado que los que tenía montados la moto, seguro que me habría sentido más cómodo sobre ella y habría rodado en tiempos bastante más decentes. Pero lo importante era poder probarla sin romperla, para contaros mis impresiones sobre ella.
