REPORTAJES

Ducati Monster 821 2018: Prueba a fondo / Ficha técnica

Publicado el 14/12/2017 en Pruebas de motos

Por Borja Arias
@borjarias | Google+

Han pasado ya 25 años desde que Ducati presentara como novedad su primera Monster 900 durante el Motor Show de Colonia en 1992, y tras varias y exitosas generaciones, la saga Monster  ha llegado a alcanzar el reconocimiento de modelo icónico por meritos propios. Ahora, y para aprovechar su vigésimo quinto aniversario, la Ducati Monster 821 se renueva mediante características estéticas y funcionales para mantenerse como un modelo de referencia en segmento de las sport-naked.

A continuación te contamos en detalle todas sus novedades, su comportamiento, y al final de la vídeo prueba, que es lo que más nos ha gustado de ella.

Para empezar, su motor bicilíndrico Testastretta a 11º ha sido revisado para cumplir con la normativa Euro 4, al igual que su nuevo sistema de escape de diseño parejo al de la Monster 1200 y cuyo sonido sigue siendo notable y característico. De esta forma seguimos hablando de una potencia máxima de 109 cv a 9.250 rpm, y un par motor de 86 Nm a 7.750 rpm, habiéndose mejorado su entrega en todo el rango de revoluciones para garantizar un gran empuje en todo momento y más contundente a bajo y medio régimen.

Por supuesto, su acelerador electrónico Ride By Wire, trabaja a la perfección como parte de la electrónica general de la moto, ofreciendo una entrega de potencia precisa y controlada en todo momento. También, juega a nuestro favor cuando se conduce con mayor alegría su embrague anti rebote asistido el cual evita cualquier bloqueo de la rueda trasera y hace que los cambios de marchas sean realmente suaves y de fácil accionado. Además, si como en mi caso, se equipa el cambio semiautomático para subir y bajar de marcha, el cual ha demostrado ser muy rápido y preciso, se maximizan las sensaciones deportivas y aporta un extra de comodidad si se conduce por ciudad.

Para el chasis seguimos hablando de un diseño tipo Trellis actuando como autoportante al estar unido al motor, solución que también comparte su nuevo subchasis, el cual ha sido rediseñado contribuyendo a un diseño más compacto, albergando las estriberas del pasajero, y dando la posibilidad de regular la altura del asiento entre 785 y 810 mm. Las suspensiones se mantienen inalteradas, equipando un horquilla delantera con barras de 43 mm sin posibilidad de regulación, y un amortiguador con regulación de precarga y rebote, mientras que la frenada se sigue confiando a Brembo mediante una pinza monobloque M4-32 mordiendo discos de 320 mm en la parte delantera, y una pinza simple mordiendo un disco de 245 mm, en ambos casos gestionados por el sistema ABS 9.1 MP de Bosch con sensor de presión.

Su nuevo diseño cobra gran relevancia con un aspecto más compacto y deportivo, parejo al de la Monster 1200, del que cabe destacar su depósito, más compacto y ligero, y con un litro menos de capacidad, el característico clip de fijación, así como un colín mucho más esbelto o su faro redondo con luz halógena y tecnología LED para su luz de posición con forma de herradura. Con todo ello, hablamos de una ergonomía que equilibra perfectamente la comodidad con la deportividad, al dotar al piloto de una buena libertad de movimientos y control sobre el eje delantero, así como una posición relajada para brazos y espalda, a la par de su asiento bien mullido, aunque por contra, debemos tener en cuenta su escaso radio de giro cuando tratemos de maniobrar en parado.

Pero si algo destaca notablemente en la nueva Monster 821 es su aporte tecnológico, factor ligado estrechamente a Ducati, y que en esta sport-naked se hace más que evidente. De serie equipa el Ducati Safety Pack, formado por el ABS 9.1 MP de Bosch con sensor de presión y regulable en 3 niveles de intervención, y el Control de Tracción (DTC), el cual se puede ajustar en 8 niveles de actuación.  A la par, en ambos casos su intervención está pre configurada a los tres modos de conducción (Ducati Riding Modes) con los que cuenta la Monster 821, donde también queda configurado el carácter del motor mediante los 'Power Modes' encargados de gestionar la entrega de potencia.

De esta forma vamos a poder elegir entre el modo 'Urban', donde la potencia se reduce a 75 cv, el control de tracción y el ABS se posicionan en sus niveles más intrusivos, y el tacto del gas se vuelve mucho más progresivo, el modo 'Touring', donde la potencia se eleva al máximo (109 cv) pero con una respuesta del acelerador menos directa y los niveles de tracción y ABS funcionando en su rango medio, y el modo 'Sport' donde se exprime todo el potencial de sus 109 cv con un tacto del acelerador muy directo, y con los niveles de intervención de las ayudas electrónicas al mínimo. A todo esto, Ducati también da la opción al piloto de configurar todos los niveles de actuación a su gusto.

Por último, todo este aporte tecnológico se visualiza y controla desde su nueva pantalla TFT a color, la cual por cierto se ha reubicado para tener una visión perfecta con luz de día. En ella disponemos de gran cantidad de información y de fácil navegación gracias en parte a unas botoneras bien organizadas, accesibles y compactas, así como su gestión visual con tres configuraciones diferentes, una para cada modo de conducción y con el extra de cambio de color a oscuro cuando se conduce de noche.

A nivel dinámico, la Monster 821 se torna una moto cómoda y fácil de conducir en ambientes urbanos. La altura del asiento al suelo y una ergonomía erguida, junto con el mapa motor Urban y un embrague de suave accionado, facilitan mucho la movilidad a baja velocidad, sin demasiadas vibraciones a bajas revoluciones y conteniendo el consumo de combustible. Lo único que se debe tener en cuenta es su radio de giro, algo escaso tanto para maniobrar en parado como entre el tráfico, y en épocas estivales el calor que pueda desprender el motor.

En autopistas, guardando su escasa protección aerodinámica fácilmente mejorable con una pequeña cúpula deportiva, la Monster 821 se muestra estable y bien asentada al asfalto, con una respuesta mecánica muy contundente a la hora de recuperar velocidad o buscando aceleraciones fuertes a la hora de incorporarnos a la vía. Igualmente tenemos una buena visibilidad en los espejos retrovisores, y una autonomía que supera los 250 km gracias a sus 16,5 litros de capacidad y un consumo que ronda los 6 litros cada 100 km.

Por último, es en tramos revirados donde más disfrutaremos a la mediana de la familia Monster, ofreciéndonos grandes dosis de deportividad propias de su condición. Su motor tiene mucha pegada a bajo y medio régimen, por lo que enlazar curvas es coser y cantar, mientras que su parte ciclo te ofrece mucha agilidad a la hora de cambiar rápido de dirección y una buena estabilidad en pasos por curva rápidos, teniendo mucho que ver aquí sus neumáticos Pirelli Diablo Rosso III. El único área de mejora que he logrado escudriñar está en el primer recorrido de la horquilla cuando accionamos el freno, el cual se percibe un poco seco. Manteniéndonos en los frenos, estos han demostrado ser muy efectivos, con mucha potencia de mordida y muy bien calibrado el ABS.

En definitiva, la nueva Monster 821 vuelve a ser un acierto por parte de Ducati gracias a un diseño más compacto y deportivo que retoma el espíritu del modelo original, su elevado nivel de equipamiento y carga tecnológica de última generación, así como una facilidad y versatilidad de conducción que la convierten en uno de los modelos sport-naked más interesantes de su segmento.


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