El 2025 no solo ha servido para cerrar la herida de un 2024 terrorífico en Honda, sino que ha puesto sobre la mesa la confirmación de que en Tokio por fin han dado con la tecla. Y ojo, porque no hablamos de pequeños pasos, sino de un cambio de filosofía que ha permitido a Honda salir del pozo y mirar a los ojos a sus rivales.
Lo que ha pasado este año en el box del HRC Castrol Team y del LCR tiene un nombre propio, o más bien, un culpable técnico: el motor. Se acabaron esas rectas agónicas donde las Ducati arrancaban las pegatinas a las motos japonesas. La RC213V ha terminado la temporada liderando las tablas de velocidad punta, algo impensable hace apenas doce meses.
El trabajo en la sombra de Aleix Espargaró como probador ha sido vital para domar la bestia, reduciendo la distancia media con el ganador de 30 a 13 segundos. Una barbaridad en términos de competición.
Alberto Puig ha sido muy claro al analizar qué ha cambiado realmente dentro de la bestia japonesa. El team manager apunta directo al corazón de la mecánica: "Si mi pedís una opinión personal, hemos hecho una gran mejora en el motor" ha dicho a Motogp.com. Y no le falta razón, porque la potencia bruta ha sido el salvavidas de la marca este curso. "En esta categoría, si no tienes velocidad, es complicado incluso intentar adelantar. Hemos dado a los pilotos más caballos y creo que lo han apreciado", reconocía con una sonrisa que hacía tiempo no veíamos.
Esa chicha extra en el propulsor se tradujo en el momento más emocionante del año para los fans de la marca: el Gran Premio de Francia. Ver a Johann Zarco cruzar la meta primero en Le Mans fue un golpe sobre la mesa, la primera victoria en muchísimo tiempo que supo a gloria bendita. Y para los escépticos que pensaban que fue flor de un día, el francés repitió con un segundo puesto en Silverstone, demostrando que la moto funcionaba en trazados de naturaleza muy distinta.
Pero la fiesta no fue solo cosa de Zarco. Joan Mir, que ha sufrido lo indecible estas temporadas atrás, por fin pudo reivindicarse en la gira asiática. Dos podios, uno en Japón -casa de los jefes- y otro en Malasia, certificaron que la recuperación es real y que la moto permite pelear. Incluso Luca Marini ha ido de menos a más, sumando kilómetros de calidad y sensaciones positivas.
Todo este despliegue ha tenido un impacto directo en la clasificación, que al final es lo que cuenta. Honda ha cerrado el año cuarta en el Mundial de Constructores, pasando por encima de Yamaha. Las cifras hablan por sí solas: han triplicado los puntos de la temporada anterior. De los tristes 75 puntos de 2024 han saltado a unos sólidos 285 en 2025. Una salvajada de progresión.
Claro que este éxito tiene un "pero" positivo. Al haber mejorado tanto, Honda pierde las concesiones de Rango D y pasará al Rango C en 2026. Es el precio a pagar por volver a ser competitivos, y en HRC lo pagan gustosos. Puig saca pecho de la gestión realizada: "Ha sido un año de trabajo muy duro, pero hemos hecho progresos, esto está claro. Respecto a las pasadas temporadas, ha sido el año en el que hemos obtenido más ventaja de las concesiones, aquel en el que hemos desarrollado más la moto".
La estrategia de aprovechar al máximo el reglamento técnico para desarrollar la moto sin descanso tras el parón veraniego surtió efecto. "Al principio no estábamos en una buena situación, pero sabíamos que después de la pausa estival podríamos dar pasos adelante importantes y ha sucedido, los pilotos han empezado a mejorar sus prestaciones", explica Puig sobre esa segunda mitad de temporada donde la moto cambió de cara.
Ahora bien, nadie lanza las campanas al vuelo todavía. Ducati y Marc Márquez siguen comiendo en otra mesa, y la distancia para pelear por el título sigue existiendo. El objetivo para 2026 ya no es sobrevivir, sino consolidarse. "El progreso está ahí, pero tenemos que encontrar un poco más de consistencia y es el área donde estamos concentrados para el próximo año", advierte el catalán.
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La maquinaria nipona ya está engrasada y el objetivo final es el de siempre: el escalón más alto. Como sentencia Puig, esto es HRC y aquí no valen las medias tintas: "Tenemos todavía margen de mejora para 2026. Al final, Honda quiere ganar y, antes o después, estaremos listos para hacerlo"
