Tras más de una década siendo un habitual en el paddock del mundial, Darryn Binder ha decidido hacer las maletas. El sudafricano no estará en el Campeonato del Mundo la próxima temporada 2026 y pone fin, al menos de momento, a un ciclo de once años compitiendo en el Gran Circo para buscar fortuna en el nuevo continente.
Su destino no es otro que Estados Unidos. Binder cruzará el charco para enrolarse en las filas del MotoAmerica, un campeonato que en los últimos años ha servido de refugio y segunda juventud para varios exmundialistas. Allí le espera una montura muy golosa: competirá en la categoría de Supersport a los mandos de una Ducati, integrándose en la estructura del Warhorse HSBK Racing.
La trayectoria de Darryn ha sido una montaña rusa. A sus 27 años, ha vivido lo que pocos. Desde aquel difícil debut en Moto3 en 2015, donde se fue de vacío sin puntos, hasta tocar el cielo con su primera victoria en 2020. Pero si por algo se recordará su paso por el Mundial es por aquel salto al vacío que protagonizó hace un par de años.
Y es que Binder fue el protagonista de uno de los fichajes más comentados de la historia reciente al pasar directamente de Moto3 a MotoGP en 2022, emulando la gesta de Jack Miller. Aterrizó en el ya extinto RNF Racing Yamaha sin pasar por la clase intermedia, un desafío mayúsculo que se saldó con apenas tres carreras en los puntos y un décimo puesto bajo el diluvio de Indonesia como mejor recuerdo.
Tras el divorcio de RNF con Yamaha y su paso a Aprilia, Binder se quedó sin sitio entre los mayores y tuvo que bajar a Moto2 en 2023. Sin embargo, la categoría intermedia se le ha atragantado. Han sido tres temporadas complicadas donde los resultados no han acompañado, cerrando este 2025 con una cosecha muy pobre de tan solo 19 puntos. Sin hueco para 2026, la opción americana se presentó como la mejor salida.
El piloto se muestra encantado con el cambio de aires. "Estoy muy emocionado de comenzar este nuevo capítulo con Celtic Racing, Economy Lube + Tire y Warhorse HSBK Ducati", reconocía el propio Binder al hacerse oficial el anuncio. Se le nota con ganas de resetear y volver a sentirse competitivo lejos de la presión del Mundial.
La experiencia es un grado y, pese a los resultados recientes, nadie le quita lo bailado. "Mi paso por Moto3, Moto2 y MotoGP me ha enseñado mucho, y me siento listo para llevar toda esa experiencia a MotoAmerica", asegura.
Sobre su nueva compañera de baile, la Ducati Panigale V2, las expectativas están altas. Es una moto que ha demostrado ser la referencia en muchos campeonatos nacionales y Binder lo sabe: "La Panigale V2 es una moto con velocidad demostrada e historia de campeonato, y no veo la hora de ponerme a trabajar con el equipo". El Warhorse Ducati, recordemos, ya acogió a todo un Danilo Petrucci en Superbike en 2022, así que saben perfectamente cómo tratar a un piloto que viene de la élite.
El sudafricano no se esconde y va a por todas. "El objetivo es simple. Quiero correr en cabeza, disfrutar de la batalla y construir algo fuerte para el futuro", sentenció. Necesita volver a verse delante, pelear por podios y recuperar esa sonrisa que se ha ido apagando en la cola del pelotón de Moto2.
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Para cerrar, Darryn quiso tener unas palabras para su nueva familia deportiva, consciente de que le están dando un salvavidas de lujo. "Estoy agradecido por la oportunidad y por la confianza que el equipo ha demostrado en mí, y estoy totalmente motivado para aprovechar al máximo esta temporada"
