
Solo han pasado unos días del punto y final de la temporada 2025 del Mundial de Fórmula 1, y su paddock hermano, el de MotoGP, ya se ha encargado de darnos el primer titular jugoso de la pretemporada. Y ojo, porque el protagonista no es un piloto cualquiera, sino el hombre del momento: Lando Norris. El británico, que acaba de arrebatarle el título mundial a Max Verstappen por un suspiro de dos puntos, tiene una invitación formal sobre la mesa para probar una bestia de MotoGP.
El artífice de este posible crossover no es otro que Guenther Steiner. El que fuera el carismático jefe de Haas en el Gran Circo y actual dueño del equipo Tech3 tras soltar 20 millones de euros, no ha perdido el tiempo. En su paso por el podcast The Red Flags, Steiner ha lanzado el guante con su habitual desparpajo: quiere ver al nuevo rey de la Fórmula 1 domando una de sus KTM RC16.
"Es bienvenido a pilotar nuestra moto el año que viene", soltó Steiner sin rodeos. El directivo tiró de humor para justificar la unión, agarrándose a la coincidencia de colores que comparten ambas marcas. "Tiene el mismo color, papaya... Ok, es naranja, pero son muy parecidos", bromeó sobre el parecido entre el carenado de las motos austriacas y el monoplaza de McLaren.
Pero la cosa no se quedó en una simple broma. Steiner parece dispuesto a mover los hilos necesarios para que el test sea una realidad: "Puede venir y montarla; encontraremos la manera de organizarlo". Una declaración de intenciones que, sin duda, haría frotarse las manos a Liberty Media, ahora dueños de ambos campeonatos y siempre ávidos de este tipo de espectáculos mediáticos.
Lo cierto es que a Norris no hay que empujarle mucho para que se acerque a las motos. El británico es un quemado de las dos ruedas y se deja caer por el mundial de MotoGP siempre que el calendario se lo permite. Este mismo año ya le vimos de invitado en el garaje del VR46 de Valentino Rossi en Misano, disfrutando como un niño en el GP de San Marino.
Su afinidad con el motociclismo quedó patente de forma genial hace apenas un mes, durante Halloween. Norris apareció en redes sociales enfundado de arriba a abajo con el mono de cuero de Yamaha de Fabio Quartararo, casco personalizado incluido, mientras que el 'Diablo' le devolvió el guiño vistiéndose de piloto de McLaren. El buen rollo entre el inglés y la parrilla de MotoGP es total.
Ahora bien, del dicho al hecho hay un trecho, y en este caso el trecho se llama Zak Brown. El propio Steiner admite que convencer al jefe de McLaren será la parte complicada. "Sería algo bonito para él, aunque no sé si Zak Brown estaría feliz de verlo pilotar una moto de MotoGP", reconoció. Poner a tu recién coronado campeón del mundo a 300 km/h sobre dos ruedas tiene unos riesgos que a las aseguradoras de Woking no les van a hacer ninguna gracia.
Y por si el riesgo físico fuera poco, tenemos el lío de las pegatinas. Aquí chocan dos gigantes: Norris es chico Monster Energy, mientras que el Tech3 y KTM respiran Red Bull por los cuatro costados. Ese conflicto de intereses en el carenado suele ser un muro infranqueable en el deporte moderno, más allá de las buenas intenciones de Steiner.
Leer también: El técnico de Márquez revela su secreto en el box: "Sólo da el 100% cuando realmente hace falta"
Aún así, soñar es gratis. Ya vivimos aquel momento histórico en Valencia 2019 con el intercambio de monturas entre Lewis Hamilton y Valentino Rossi. Ver a Lando Norris, el primer campeón de McLaren desde 2007, tratando de domar el carácter de la KTM sería un bombazo mediático para ambos paddocks.

