
Olvídate por un momento de los prejuicios. Sí, sabemos que durante años hablar de motos chinas era sinónimo de baja calidad o burdas copias de modelos japoneses o europeos. Pero el cuento ha cambiado, y mucho. Si hace poco nos sorprendían con la SRK 921, ahora QJMotor ha decidido que era hora de ponerse serios de verdad. Acaban de destapar la nueva SRK 1051 RR 2026, y la primera impresión es que estamos ante una moto que te girarías a mirar por la calle, probablemente confundiéndola con una superbike de última hornada.
Y es que, si al ver las fotos has sentido un extraño déjà vu, tranquilo, no estás loco. Esa estética afilada, elegante y agresiva no es una imitación hecha con escuadra y cartabón en Hangzhou. La marca asiática ha tirado de chequera y contactos para encargar el diseño a C-Creative. ¿Te suena? Quizás no, pero si te digo que detrás está Giovanni Castiglioni y que el lápiz lo ha movido Adrian Morton, la cosa cambia.
Estamos hablando de las mismas manos que esculpieron bellezas en MV Agusta. Por eso esta SRK 1051 RR tiene ese aire inconfundible a F3 que tanto nos gusta. Pero una cara bonita no sirve de nada si el corazón no bombea con fuerza. Aquí QJMotor no se ha limitado a maquillar su modelo anterior.
Han cogido el bloque tetracilíndrico de la 921 —que ya tenía herencia italiana en sus entrañas— y lo han pasado por el gimnasio. Los ingenieros han mantenido la carrera de 55 mm pero han abierto los cilindros, pasando de un diámetro de 73 mm a unos considerables 78 mm.
¿El resultado de esta operación a corazón abierto? La cilindrada escala hasta los 1.051 cc. No estamos ante una hiperdeportiva de esas que buscan romper la barrera de los 200 cv para circuito, pero tampoco lo pretende. Esta máquina entrega 144 cv a 10.600 vueltas, con un par motor de casi 105 Nm. Es un salto de unos 16 caballos respecto a su hermana pequeña.

Hablando de la parte ciclo, aquí es donde se nota que no quieren ser una marca low cost. El chasis combina una estructura tubular de acero con placas de aluminio, una solución clásica y efectiva. Pero lo que realmente viste el conjunto es ese basculante monobrazo de aluminio. Seamos sinceros: un monobrazo siempre hace que una moto parezca más cara y exclusiva, y en este caso, le sienta como un guante a la llanta trasera expuesta.
Para que la fiesta no se desmadre, han confiado en los sospechosos habituales de la gama alta. Las suspensiones corren a cargo de Marzocchi, totalmente ajustables, y para detener los 215 kilos que marca en la báscula, tiran de pinzas radiales Brembo. Además, han incluido un amortiguador de dirección.

Si nos ponemos a mirar el equipamiento, la lista es la de una moto moderna hecha y derecha. Pantalla TFT a todo color, conectividad para el móvil, control de presión de neumáticos y, por supuesto, un cambio quickshifter de subida y bajada para olvidarte del embrague. También incluye control de crucero, lo que sugiere que, pese a su aspecto R, no le hace ascos a alguna escapada de fin de semana por autopista.
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Ahora bien, la pregunta del millón: ¿Cuándo y por cuánto? De momento toca tener paciencia. Todo apunta a que no la veremos rodar por carreteras europeas hasta bien entrado 2026. Sobre el precio, si la SRK 921 RR ya ronda los 12.800 euros en algunos mercados vecinos, es lógico pensar que esta 1051 RR subirá un escalón más, posiblemente en una franja que va de los 14.000 a los 15.000 euros.

