BMW Motorrad Concept 6 (2009)
BMW Motorrad no piensa renunciar a una de sus joyas de la corona: el motor de seis cilindros en línea. Lejos de jubilarlo, la marca bávara prepara una ofensiva para devolverle el brillo que merece. Markus Flasch, el hombre que lleva los mandos del fabricante alemán desde hace dos años, así lo ha confirmado en una entrevista con la revista austriaca Motorrad Magazine.
Flasch sabe perfectamente que la actual gama K 1600, aunque sigue siendo una referencia en suavidad, empieza a notar el paso de los años frente a una competencia cada vez más equipada. Pero la solución no pasa por eliminarla, sino por reinventarla. El directivo ha sido tajante al respecto: "El seis cilindros jugará un papel importante para nosotros en el futuro".
Para entender por qué BMW se aferra con tanto orgullo a este propulsor, es inevitable echar la vista atrás, concretamente hasta el año 2009. Fue entonces cuando la marca presentó el prototipo Concept 6, una café racer futurista que dejó al mundo con la boca abierta y sentó las bases de lo que hoy conocemos. Aquel proyecto demostró que un bloque de seis cilindros no tenía por qué ser un monstruo ancho y pesado imposible de meter en una moto ágil.
La ingeniería detrás de aquel Concept 6 (y que heredaron los modelos de serie) sigue siendo una obra maestra de empaquetado. BMW logró lo imposible: crear un motor de 1.600 cc que era apenas 100 milímetros más ancho que un cuatro cilindros convencional. ¿El truco? Un diseño de carrera larga y distancias mínimas entre camisas, pero sobre todo, la eliminación de componentes superfluos y la reubicación de los sistemas eléctricos detrás del cigüeñal.
Aquel prototipo nos enseñó las ventajas dinámicas que Markus Flasch quiere preservar hoy. Con los cilindros inclinados 55 grados hacia adelante, se conseguía un centro de gravedad bajísimo y una distribución de pesos perfecta para cargar el tren delantero.
Además, al usar un sistema de cárter seco, se pudo prescindir de la bandeja de aceite inferior, permitiendo montar el motor muy cerca del suelo. El resultado era -y sigue siendo- un tacto de turbina, con un par motor de camión (130 Nm desde apenas 2.000 vueltas) y una suavidad que elimina la necesidad de ejes de equilibrado. Esa es la esencia que BMW quiere traer al futuro con modelos totalmente nuevos.
Pero el plan estratégico de Flasch tiene una contrapartida que, paradójicamente, también gustará a muchos moteros tradicionales. El proyecto de lanzar una gran naked eléctrica, que estaba previsto para aterrizar en 2026, ha sido cancelado fulminantemente. En BMW han echado cuentas y han visto que el mercado de la moto grande a pilas no termina de arrancar. La sentencia del CEO no deja lugar a dudas sobre su pragmatismo: "No construimos nada que no se pueda vender".
Esto no significa que BMW renuncie a los voltios, ni mucho menos. La marca seguirá apostando fuerte por la movilidad eléctrica, pero centrándose donde realmente tiene sentido a día de hoy: en la ciudad. Los modelos urbanos como el CE 04 y el pequeño CE 02 seguirán siendo pilares fundamentales para la movilidad sostenible, pero la carretera abierta, de momento, se queda para la gasolina.
Mirando hacia la parte baja de la tabla, la reciente F 450 GS que vimos en el EICMA es solo el aperitivo. Esa nueva plataforma bicilíndrica de 450 cc va a ser muy prolífica. La lógica nos dice que pronto veremos una hermana desnuda, seguramente una F 450 R, y todo apunta a que una versión crossover —posiblemente una XR— cerrará el círculo para exprimir al máximo el carnet A2 con una gama completa y accesible.
Y ojo, porque entre esas nuevas 450 de 47 cv y las bestias de la familia 900 (con sus 115 CV) hay un abismo considerable. En BMW son conscientes de que existe un hueco enorme en su catálogo de media cilindrada que están perdiendo frente a otras marcas europeas y japonesas. Por eso, el plan incluye lanzar una nueva familia intermedia, probablemente un bicilíndrico en torno a los 700 cc y 75 cv, que sirva de escalón lógico para el usuario medio.
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Si te quedaste con ganas de más en el último Salón de Milán, donde la marca pareció algo tímida presentando novedades, tranquilo. Parece que los alemanes se han guardado la artillería pesada para ir soltándola poco a poco. Al preguntar si veremos más cosas nuevas de cara a 2026 más allá de lo anunciado, la respuesta de Flasch fue una promesa en toda regla: "¡De eso puedes estar seguro!".
