Parece que fue en otra vida cuando vimos por primera vez aquel prototipo radical llamado RA9. Corría el año 2021 y la marca Cyclone, la división premium del gigante Zongshen, nos puso los dientes largos con una propuesta que prometía agitar el avispero. Han tenido que pasar más de cuatro años, una eternidad en este sector, para que aquella promesa de salón abandone la fase conceptual y pise la calle bajo el nombre definitivo de Cyclone RA1000.
Y es que el tiempo en la industria de la moto, especialmente en la china, corre a una velocidad de vértigo. Si echamos la vista atrás, cuando se presentó el concepto original, esta máquina parecía una nave espacial sin rival en su mercado doméstico. Hoy el cuento ha cambiado mucho. En este lapso, rivales compatriotas como CFMoto, QJMotor o la recién llegada Kove han puesto el turbo, lanzando modelos que ya miran de tú a tú a las vacas sagradas de Europa y Japón.
Pero ojo, porque la RA1000 tiene un as bajo la manga que sus competidoras no pueden igualar: su ADN. No es ningún secreto que Zongshen y el Grupo Piaggio tienen una relación estrecha —fabrican las Aprilia para el mercado asiático en una joint-venture—, y eso se nota. Bajo el depósito de esta bestia no encontramos un motor cualquiera, sino una evolución muy seria del bicilíndrico en V que daba vida a la extinta Aprilia Shiver 900.
Los ingenieros asiáticos no se han limitado a hacer un copia y pega. Han cogido ese V-Twin de Noale, con su doble árbol de levas y refrigeración líquida, y lo han pasado por el gimnasio. Han mantenido la carrera de 67,4 mm, pero han decidido abrir los cilindros 5 milímetros más, hasta llegar a los 97 mm de diámetro. El resultado es un bloque que roza el litro de cilindrada, cubicando ahora 996 cc.
Vamos a las cifras, que es lo que nos gusta. Este corazón italiano revisado entrega ahora una potencia de 78,5 kW (107 cv) a 9.000 vueltas. Pero donde realmente promete sacar pecho es en la zona media, con un par motor de 95 Nm a 6.500 rpm. Sobre el papel, esto debería traducirse en una patada contundente y una velocidad punta que la marca cifra en 235 km/h.
A nivel visual, la moto no se ha dejado intimidar por el paso de los años y mantiene esa estética agresiva que nos vendieron. El chasis sigue siendo ese híbrido característico que mezcla tubos de acero con placas de aleación laterales, muy al estilo de la Shiver original, pero vestido con un traje mucho más macarra. El diseño se aleja de la naked tradicional para acercarse peligrosamente al territorio de la Ducati Diavel.
El tren trasero es toda una declaración de intenciones. Han conservado el espectacular basculante monobrazo del prototipo que deja totalmente a la vista una llanta trasera que calza un neumático monstruoso de 240 mm de sección. A eso se le suma un colín recortado y un escape corto asomando por el lateral derecho.
La Cyclone RA1000 no es precisamente una sílfide. La ficha técnica declara un peso en orden de marcha de 225 kilos, una cifra importante que confirma que no estamos ante una naked ligera para curvear, sino ante una roadster con mucho empaque pensada para imponer su ley en vías rápidas.
La estrategia de Zongshen con este modelo es curiosa. Mientras marcas como Voge o la propia CFMoto han entrado en Europa como elefante en cacharrería, Cyclone se lo está tomando con mucha más calma. Son uno de los fabricantes más veteranos y potentes de China, pero su expansión internacional está siendo cautelosa.
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¿La veremos en España? Cyclone ya vende seis modelos en nuestro país, desde su scooter de 125 cc, el RT1, hasta su buque insignia, la sport-trail RX6 con motor bicilíndrico de 70 cv. El Grupo Multimoto es el responsable de distribución y comercialización en España, de modo que, quizás, esta musculosa naked de 1000 cc acabe aterrizando en nuestro país en algún momento de 2026.
