
Diogo Moreira no solo se despide de la categoría intermedia con la cabeza alta -y el título en sus vitrinas- antes de su salto a MotoGP en 2026, sino que se marcha a casa con una moto nueva bajo el brazo. Y no es una montura cualquiera: el brasileño se ha adjudicado el Triumph Triple Trophy, llevándose una exclusiva Street Triple 765 RS con decoración personalizada.
La victoria de Moreira en este trofeo tiene mucho mérito porque no depende del cronómetro, sino del veredicto popular. Con un acumulado de 51 puntos, el piloto ha barrido en las votaciones, superando a nombres de peso en la parrilla como el español Manu González o el británico Jake Dixon. El público ha sabido valorar su garra en pista, nominándolo en ocho ocasiones, de las cuales terminó imponiéndose en cinco.
Sin embargo, la entrega del premio en la recta de Valencia dejó la anécdota del fin de semana. Mientras acariciaba el depósito de su nueva naked, Moreira confesó su curiosa situación legal. “Tengo que sacarme el carnet y después intentaré salir a dar algunas vueltas con ella, disfrutar un poco con la moto, y luego guardarla en casa como recuerdo”, aseguró el piloto.
Este galardón supone el adiós perfecto a una etapa. Para Moreira, la temporada ha sido un escaparate de regularidad y conexión con la grada, factores que el Triumph Triple Trophy premia desde su nacimiento en 2020. No se busca solo al más rápido, sino al más resiliente y espectacular.
Un jurado experto pone los nombres sobre la mesa cada fin de semana, pero son los 'likes' de los fans en el Instagram de MotoGP los que dictan sentencia.


El sistema de puntuación es un guiño a la mecánica que impulsa el campeonato. Se reparten 7, 6 y 5 puntos a los tres mejores de cada Gran Premio, un homenaje a la arquitectura del motor tricilíndrico de 765 cc que Triumph suministra a la categoría desde 2019. La participación ha sido masiva este año, con más de 861.000 votos registrados, lo que confirma el tirón que tiene este formato entre la comunidad motera.
Pero la fiesta de Triumph en Valencia no se quedó solo en el homenaje a Moreira. La fábrica de Hinckley aprovechó los focos para enseñar músculo comercial con dos novedades que traen la tecnología de las carreras a la calle. Por un lado, la nueva Street Triple 765 RX, que llegará a los concesionarios de forma inminente con un precio de salida de 14.695 euros.
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Por otro lado, se presentó una auténtica pieza de coleccionista: la Street Triple Moto2 Limited Edition. Se trata de una serie muy exclusiva, limitada a solo 1.000 unidades, que los más rápidos podrán adquirir a partir de junio de 2026 por 16.495 euros.

