
Triumph ha decidido acercar como nunca antes sus modelos de producción a las máquinas que compiten cada fin de semana en el Campeonato del Mundo de Moto2. La marca ha desvelado dos nuevas integrantes para la familia 765: la Street Triple 765 RX y la ultra exclusiva Street Triple Moto2 Edition. El cambio más sustancial que define la personalidad de estas nuevas monturas no está en el motor, sino en la ergonomía y la postura de conducción.
Abandonando el manillar ancho tradicional de las naked, ambos modelos montan de serie unos semi-manillares que obligan al piloto a adoptar una posición más inclinada, cargando más peso sobre el tren delantero. Esta modificación busca replicar las sensaciones de una moto de carreras, ofreciendo un control mucho más directo y agresivo a la hora de atacar las curvas.
Para acompañar esta nueva postura de ataque, la parte ciclo ha recibido una actualización. El tren delantero se confía ahora a una horquilla invertida Öhlins NIX30 de altas prestaciones, totalmente ajustable. En la parte trasera, el trabajo de amortiguación recae sobre un Öhlins STX40 con depósito independiente.
Bajo el depósito late el conocido tricilíndrico de 765 cc, un propulsor que no necesita presentación dado que deriva directamente del desarrollo que Triumph realiza como proveedor exclusivo de motores para la categoría de Moto2. Las cifras se mantienen en unos respetables 130 cv a 12.000 rpm, con un par motor de 80 Nm.
La marca ha trabajado en la gestión electrónica para que la conexión entre el puño de gas y la rueda trasera sea instantánea, buscando esa aceleración pura que se espera de una moto con este apellido.


La frenada es otro de los puntos donde no se ha escatimado. Para detener los apenas 188 kg que marcan estos conjuntos en orden de marcha, se ha optado por las pinzas Brembo Stylema de cuatro pistones, accionadas por una maneta Brembo MCS ajustable. El contacto con el asfalto se garantiza mediante los neumáticos Pirelli Diablo Supercorsa SP V3, gomas que ofrecen un agarre prácticamente de competición pero homologadas para circular por vías públicas.
En el apartado visual es donde los caminos de ambas hermanas se separan drásticamente. La variante RX recupera una denominación histórica que ya vimos en 2015; su carrocería en Matt Aluminium Silver contrasta fuertemente con el rojo Diablo Red presente en las llantas y el subchasis. Es una edición que estará disponible únicamente durante un año.
Por otro lado, la Street Triple Moto2 Edition se posiciona como la joya de la corona, elevando el nivel de acabados a un estatus premium. Esta versión está bañada en fibra de carbono, material presente en el guardabarros, la quilla, los paneles laterales y el embellecedor del escape.


Su esquema de color mezcla el gris Mineral Grey con el blanco Crystal White, rematado con un subchasis en amarillo flúor (Triumph Performance Yellow). Solo se fabricarán 1.000 unidades para todo el mundo, y cada una llevará su número de serie grabado en la tija mecanizada.
Ambas motos gestionan su potencia a través de una pantalla TFT de 5 pulgadas, aunque la edición Moto2 incluye una animación de bienvenida exclusiva. El paquete electrónico comprende ABS y control de tracción optimizados para curvas, además del sistema Triumph Shift Assist para cambiar de marcha sin embrague en ambos sentidos.
Todo ello se gestiona a través de varios modos de conducción, incluyendo un modo 'Track' específico que libera las restricciones del ABS para un uso más purista en circuito.
Respecto a su llegada al mercado, hay una diferencia temporal importante entre ambas versiones. Mientras que la Street Triple 765 RX tiene un lanzamiento inminente con un precio fijado en 14.695 €, los interesados en la exclusiva Moto2 Edition tendrán que armarse de paciencia. Esta edición limitada, que costará 16.495 €, no empezará a entregarse a sus afortunados propietarios hasta junio de 2026.
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