
Ducati ha liberado su último episodio de la serie documental "Inside" que sigue a sus pilotos, y las imágenes no tienen desperdicio. Lejos de la tensión que se presupone en un garaje lleno de gallos, lo que se ha visto es a un Marc Márquez relajado, tirando de ironía con Nicolò Bulega y, sobre todo, confesando la cruda realidad de por qué no pudo catar su nueva montura en Cheste.
El momento más viral, sin duda, lo protagonizó junto a Bulega. El piloto de Superbike estaba comentando las exigencias técnicas del trazado valenciano, explicando con detalle los problemas de frenada que sufría. "En la curva uno tienes que frenar treinta metros antes, de lo contrario, te chocas de lleno con el piloto de delante", lamentaba el italiano.
Fue ahí donde el #93, con esa rapidez mental que le caracteriza dentro y fuera de la pista, no dejó pasar la oportunidad para soltar la puyita: "En la curva uno, haz como en la WDW". La referencia al incidente que ambos tuvieron en la World Ducati Week de Misano, donde el catalán entró con todo en la última vuelta, desató las carcajadas en el hospitality. El propio Bulega encajó el golpe con deportividad y risas: "Esta la has acertado sin pensarlo".
Y es que las ganas de Márquez por probarse en los test de Valencia eran reales. A pesar de su reciente operación en el hombro derecho, consecuencia del choque con Bezzecchi en Indonesia,, el de Cervera intentó convencer a los galenos hasta el último minuto. Sin embargo, la respuesta médica fue tajante, camuflada bajo una condición que un piloto de su ADN no puede aceptar.
En el video, Márquez relata la conversación con total transparencia: "Pregunté: '¿Pero puedo hacer el test?'. Dijeron: 'no'". Ante la insistencia del campeón, los doctores matizaron con una frase lapidaria: "Me dijeron: 'Si no te caes, puedes hacerlo'". La respuesta de Marc fue sincera: "No puedo pilotar una moto sin pensar en eso".
El documental también ha servido para despejar los fantasmas sobre el estado de su material quirúrgico. Durante su baja, se especuló mucho con que el accidente en Mandalika había doblado un tornillo en su hombro derecho. Marc quiso tranquilizar a sus mecánicos y cortar de raíz los rumores: "No os preocupéis por la historia del tornillo doblado".

Para los amantes de la técnica, el campeón ofreció una lección de anatomía sobre sus viejas heridas de guerra, aclarando que esa deformación no es nueva, sino un recuerdo de una operación a la que se sometió en el invierno de 2020. "Es algo que tengo desde 2020, antes de la lesión del húmero", explicó, detallando la "fontanería" que lleva dentro: "Pusieron un trozo de hueso aquí [en el hombro derecho] con dos tornillos. Cuando me rompí el húmero, un tornillo saltó y el otro ahora está doblado. Pero eso es normal".
Más allá de los huesos y las bromas, las cámaras captaron la química existente con su compañero de box, Pecco Bagnaia. Lejos de un ambiente tóxico, ambos compartieron confidencias sobre la presión. Mientras Marc le picaba diciendo que "el año que viene tendré más presión", el turinés, tras un 2025 para el olvido, tiró de sinceridad brutal: "Yo peor que esto no podría hacerlo".
En el plano más personal, el ilerdense dejó ver su lado más humano. Confesó haber perdido tres kilos durante la recuperación y narró, entre risas, cómo su intento de usar la lesión para librarse de ir de tiendas fracasó estrepitosamente. Intentó poner la excusa del brazo para no acompañar a su pareja, Gemma, pero no coló y le tocó cargar las bolsas con la mano buena.
Ahora, con el título de 2025 ya en las vitrinas y el cabestrillo guardado, solo queda celebrar. Marc confirmó que Cervera se prepara para una grande el próximo 22 de febrero. "Sí, sí, será una fiesta increíble en la calle", aseguró entusiasmado, detallando que habrá "espectáculo, comida y fiesta".
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Si todavía no has visto este último capítulo de Inside Ducati Lenovo Team, te lo dejamos a continuación:

