
Apenas unas semanas después de su presentación oficial en Europa, la nueva Honda CB1000F 2026 ya ha servido de lienzo para una de las personalizaciones más notables del año. El taller Proto ha revelado la CB1000F Bol d'Or 2 Custom Concept, una moto que fusiona la tecnología del siglo XXI con la estética inconfundible de su mítica CB750F Integra de la década de 1980.
Lejos de recurrir a la impresión 3D o a la fibra de vidrio, Proto se ha centrado en la autenticidad, tomando una ruta mucho más purista y compleja: localizar, restaurar y adaptar un juego de carenados completo procedente de una Honda CB750FC Integra original de 1982. Según los responsables del taller, la historia de los componentes era tan fundamental como el resultado final, buscando una autenticidad que solo las piezas de época pueden proporcionar.
El desafío técnico ha sido considerable, especialmente en la integración de elementos modernos en una estructura clásica. El ejemplo más claro es el frontal: el carenado ochentero se ha modificado para albergar la óptica full LED de la CB1000F de 2026.
La transformación es sumamente fiel al modelo que homenajea. Se han replicado detalles como las carcasas del chasis y los protectores de piernas que descienden del depósito, elementos visuales distintivos de la Integra del 82.
La parte ciclo también ha recibido una actualización significativa, elevando las prestaciones de la ya potente base. Proto ha sustituido el sistema de frenado de serie por componentes de primer nivel, incluyendo pinzas Brembo 484 Cafe Racer y discos Brembo T-Drive, complementados por latiguillos metálicos trenzados.


El conjunto mecánico se remata con un sistema de escape firmado por Akrapovic, que presenta un silenciador de forma ovalada para no desentonar con la línea clásica de la moto. La estética se completa con llantas en acabado mate simulando magnesio y el icónico esquema de pintura rojo y blanco de HRC, con sus características franjas finas.
De momento, la Bol d'Or 2 Custom Concept es un prototipo único y no se ha anunciado ni precio ni disponibilidad. El futuro de esta creación está, literalmente, en manos del público.
Proto quiere sondear el interés del mercado. La compañía está preguntando a sus potenciales clientes si deberían ofrecer esta personalización como una motocicleta completa, lista para rodar, o si sería preferible comercializarla como un kit de conversión. Esta decisión determinará si los propietarios de la nueva CB1000F podrán aplicar esta espectacular transformación a sus propias unidades.
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