
Hay motos que pasan a la historia por su velocidad, su potencia, los títulos que ha acumulado en el mundo de las carreras... y otras que lo hacen por su carisma. La Suzuki VanVan pertenece, sin duda, al segundo grupo. Durante décadas, fue la opción alternativa frente a la omnipresente Honda Monkey. Ahora, Suzuki ha decidido que era el momento de desempolvar esa personalidad única, adaptándola a los nuevos tiempos.
En el último Japan Mobility Show, la firma de Hamamatsu sorprendió al público con la e-VanVan, un prototipo que recupera toda la esencia del modelo de culto, pero sustituyendo el olor a gasolina por el zumbido de un motor eléctrico.
Para entender la expectación, hay que rebobinar hasta los años 70. Mientras Honda creaba un fenómeno cultural con su pequeña Monkey, Suzuki lanzó la serie RV, unas motos juguetonas pensadas para la arena y el asfalto. De ahí nació la VanVan, una especie de híbrido entre una moto de playa y una minibike, con unas ruedas exageradamente anchas que se convirtieron en su seña de identidad.
Nunca alcanzó la fama masiva de su rival, pero se ganó un hueco en el corazón de quienes buscaban algo diferente, un poco más rudo y, quizás, un poco más incomprendido. Era la moto perfecta para quienes no querían seguir al rebaño.
El prototipo e-VanVan presentado en Tokio demuestra un profundo respeto por ese legado. Mantiene intacta la silueta que la hizo famosa: el chasis compacto, la postura de conducción erguida y, sobre todo, esos neumáticos de balón que parecen listos para flotar sobre la arena. El icónico asiento largo, casi como una banana, también está presente.


Sin embargo, donde antes rugía un modesto motor monocilíndrico de 125 cc o 200 cc (según la versión), ahora encontramos un sistema de propulsión eléctrico. Suzuki no ha soltado prenda sobre las especificaciones técnicas completas, pero viendo el prototipo expuesto, es evidente que la VanVan eléctrica está prácticamente lista para una futura producción en serie.
Suzuki buscará posicionarla como un vehículo de movilidad urbana, ágil y asequible. Los detalles observados en el concept apuntan en esa dirección: una horquilla invertida, doble amortiguador trasero (probablemente sin ajustes para contener costes) y un sistema de transmisión por correa, que reduce el mantenimiento.
El motor eléctrico parece estar situado en una posición baja y central, justo delante de la rueda trasera, optimizando el centro de gravedad. Aunque las cifras de autonomía y velocidad máxima son un misterio, la lógica nos dicta que Suzuki podría apuntar a un rendimiento equivalente al de una 125 cc, haciéndola accesible para conductores con el carné de coche convalidado.


Si se confirman los rumores de una autonomía de entre 80 y 120 kilómetros y una velocidad punta cercana a los 100 km/h, la e-VanVan se convertiría en la herramienta urbana definitiva. Sería la alternativa divertida y con estilo al transporte público o a los scooters eléctricos genéricos.
El prototipo también mostraba detalles modernos que delatan su naturaleza del siglo XXI, como una iluminación LED completa y un llamativo cuadro de instrumentos digital, circular y a color, controlado desde la piña izquierda. Las llantas, de 12 pulgadas, presentan un diseño lenticular que le da un toque futurista, calzando neumáticos Dunlop con un ligero dibujo off-road.
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Lo que Suzuki parece haber entendido a la perfección es que el mercado de vehículos eléctricos necesita desesperadamente personalidad, y la e-VanVan es exactamente eso.

