Jarro de agua fría en el paddock de MotoGP. Se acabó la temporada para el campeón. Marc Márquez no volverá a subirse a la Ducati oficial en 2025. El piloto de Cervera, flamante campeón del mundo de este año, ha confirmado este jueves que cuelga el mono de forma anticipada para centrarse en una recuperación que será más larga de lo esperado.
La sentencia definitiva ha llegado tras la última visita de Márquez al Hospital Ruber Internacional de Madrid. El equipo médico que supervisa su lesión, compuesto por los doctores Raúl Barco, Samuel Antuña e Ignacio Roger, ha confirmado que la evolución es buena, pero los plazos biológicos son estrictos y no perdonan.
El problema es el tiempo de inmovilización. El campeón deberá pasar cuatro semanas con el brazo derecho completamente inmovilizado para garantizar que la fractura del coracoides y la lesión de ligamentos suelden correctamente. Solo después de ese mes de parón absoluto podrá empezar la rehabilitación.
Con este calendario en la mano, volver a correr este año es misión imposible. La temporada 2025 ha terminado para él. El '93' será el gran ausente en las dos citas finales del calendario: el Gran Premio de Portugal y la tradicional fiesta de cierre en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana.
Pero la ausencia más dolorosa, en clave de futuro, no será en las carreras. Márquez tampoco podrá participar en el crucial día de test post-temporada en el Circuit Ricardo Tormo, fijado para el 18 de noviembre. Es la jornada donde tradicionalmente arranca el siguiente curso y se prueban las primeras piezas de 2026.
El propio piloto ha asumido la decisión con tranquilidad, entendiendo que forzar ahora sería un error catastrófico. "Analizando toda la situación, creemos que el camino más adecuado, inteligente y coherente es respetar el tiempo biológico de la lesión, aunque eso signifique que ya no podré correr esta temporada ni asistir al test de Valencia", ha declarado el campeón.
Márquez ya mira al horizonte y es consciente del reto que se le presenta. "Sabemos que nos espera un invierno difícil, con mucho trabajo, para recuperar la musculatura al 100% y estar listos para 2026", admitió.
Todo este lío se originó en el Gran Premio de Indonesia. Fue en la primera vuelta de carrera cuando Marco Bezzecch se llevó por delante al piloto de Ducati, provocándole la grave lesión en el hombro derecho.
Pese a este abrupto final, Marc ha querido poner en valor el éxito conseguido. "Esto no debe eclipsar ni hacernos olvidar el gran objetivo que hemos conseguido este año: volver a ser Campeones del Mundo, y pronto lo celebraremos todos juntos", recordó, aprovechando para agradecer el apoyo de los fans, del equipo y de los patrocinadores.
Desde la cúpula de Ducati Corse, el respaldo a su piloto estrella es total. Gigi Dall’Igna, el cerebro del equipo italiano, ha confesado que en Bolonia ya se temían este desenlace. "Desde que supimos el diagnóstico de la lesión, sabíamos que las posibilidades de tener a Marc en Valencia para el Gran Premio y el test eran muy bajas", reconoce.
Dall’Igna insistió en que no había debate posible sobre la decisión. "Es una pena porque es muy importante para nosotros tenerlo en pista, pero sabemos perfectamente que la prioridad es recuperarse y volver al 100% fit para la próxima temporada. Apoyamos totalmente la decisión y estamos convencidos de que no asumir más riesgos es la mejor opción para todos".
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El equipo italiano ya se mueve para buscar un sustituto. Ducati Corse ha informado que "anunciará en las próximas semanas" quién será el encargado de pilotar la Desmosedici oficial de Márquez en las citas de Portimao y Valencia, ya sea Michelle Pirro o quizás alguno de sus pilotos de Superbikes, como Nicolo Bulega, Álvaro Bautista o incluso Andrea Iannone.