Del champán a la nada. Del éxtasis de un podio que valía 20 valiosísimos puntos al infierno de una descalificación en los despachos. Cuatro horas después de una batalla titánica bajo el sol de Mandalika, un correo electrónico de Dirección de Carrera dinamitó la clasificación de Moto2 y, con ella, la tranquilidad de su líder, Manuel González. La plata de Indonesia se desvanecía por un supuesto error de su staff técnico.
El mazazo fue brutal. Con el mono ya guardado y la mente puesta en el próximo asalto en Australia, el piloto madrileño recibió la noticia que nadie quiere oír. Descalificado. Cero puntos. Todo por una versión de software no homologada en la centralita de su Kalex, un detalle invisible en la pista pero demoledor en el reglamento. Un golpe durísimo que da alas a su gran rival, Diogo Moreira, justo vencedor en pista y máximo beneficiado en los despachos.
Roto, pero sin bajar los brazos, Manu no tardó en alzar la voz en sus redes sociales. "Incluso cuando lo das absolutamente todo, empujando más allá de tus límites, este deporte todavía puede quitarte lo mejor que te da, por razones que están completamente fuera de tu control", clamaba el del Liqui Moly Dynavolt Intact GP.
El madrileño fue claro y directo, explicando el surrealista motivo de la sanción. "Hoy, después de terminar segundo en Indonesia, he sido descalificado debido a una transmisión incorrecta en la actualización del firmware de un parámetro, sin haber obtenido ninguna ventaja de ello". Su mensaje final fue un aviso para navegantes: "Pero no me rindo. Seguiré apretando, seguiré luchando y volveré más fuerte. Esto está lejos de terminar".
En el box del equipo no daban crédito. La explicación de su Team Manager, Jürgen Lingg, roza lo absurdo. "Recibimos los paquetes de datos de Magneti-Marelli y los instalamos. Esta vez, solo se cambió un parámetro para el cambio rápido", detalló a Speedweek.com, confirmando que el propio sistema dio la operación por válida. Un error fantasma, sin malicia ni beneficio, que puede costar un título.
"Pregunté qué habíamos hecho mal y no nos dijeron nada. No obtuvimos ninguna ventaja con esto, más bien una desventaja. Pero eso no cambia nada ahora y quedamos como idiotas", sentenció un Lingg visiblemente afectado, que tuvo que dar la cara ante sus mecánicos: "No puedo culpar a nadie, a mí me habría pasado exactamente lo mismo. Se instalaron los mismos parámetros en ambas motos. Un sistema lo aceptó y el otro no".
Las consecuencias en la clasificación general son visibles. Manu González acabó la carrera de Indonesia con una renta que parecía sólida, 29 puntos. Se marcha con la ventaja reducida a escombros: solo 9 puntos le separan ahora de un Diogo Moreira que viene en plena remontada. Con 100 puntos aún por disputarse, el campeonato es ahora una guerra sin cuartel.
Leer también: ¿Trabajar para dos fábricas a la vez? Es lo que quiere Miguel Oliveira
Lejos de rendirse, el equipo se conjura. El mensaje de Lingg es de pura resistencia: "Todavía estamos nueve puntos por delante en el campeonato. Ahora, más que nunca".
