Miguel Oliveira podría acabar trabajando para dos fábricas en 2026. El piloto de Pragal abandonará su puesto en el PRAMAC Yamaha a final de año para cambiar de paddock y competir en el equipo oficial BMW Motorrad del WorldSBK la próxima campaña, una ardua labor que Miguel podría compaginar con otro reto que le mantendría vinculado a MotoGP: el de ser probador para Aprilia.
Tras el Gran Premio de Indonesia, el piloto luso no se anduvo con rodeos. Preguntado por la posibilidad de unirse a Aprilia como probador en 2026, mientras compite para BMW en WorldSBK, su respuesta fue un órdago en toda regla: "Para mí es una opción", respondió de forma clara.
Una declaración de intenciones en toda regla. Oliveira, que conoce a la perfección la RS-GP tras haber corrido previamente para el equipo satélite Trackhouse, no quiere desvincularse del todo de MotoGP y ve en el equipo de pruebas de Aprilia una oportunidad de oro para seguir en la élite.
El portugués sabe, eso sí, que el movimiento no será fácil. La llave de la operación no la tiene él, ni siquiera Aprilia. La tiene BMW, la marca que le pagará para intentar asaltar el trono de Superbikes. "Por supuesto, sería algo que habría que ver primero con BMW", reconoció con honestidad, dejando claro que no dará un paso en falso sin el consentimiento de sus futuros jefes en Alemania. Su prioridad, insiste, será ganar con la M 1000 RR.
¿Y en Aprilia qué dicen? En Noale no solo no le cierran la puerta, sino que se la abren de par en par. La figura de Oliveira, un piloto rápido, con experiencia reciente y metódico, encaja como un guante en sus necesidades para evolucionar la moto campeona.
Massimo Rivola, el mandamás de Aprilia Racing, lo confirmó sin tapujos. La experiencia de este año con Lorenzo Savadori, que ha tenido que competir más de la cuenta, les obliga a buscar un perfil más dedicado a las labores de desarrollo. "Si hay una oportunidad, si quieres preguntarme por Miguel Oliveira, hay una oportunidad, veamos, la aprovecharemos", sentenció Rivola.
Eso sí, el directivo italiano fue igual de claro que el piloto y remitió la decisión final a Múnich: "Desde que firmó por BMW, tendría que preguntárselo primero a BMW. Por nuestra parte... ya veremos".
La jugada, de producirse, deja una pregunta en el aire: ¿Significa esto que BMW renuncia a sus ambiciones de llegar a MotoGP a corto plazo? Oliveira no lo cree. "¿Por qué no?", espetó cuando se le cuestionó al respecto.
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Para el luso, la entrada en la categoría reina es una cuestión de números, de un presupuesto astronómico que escapa a lo deportivo. "Creo que MotoGP es un esfuerzo presupuestario tan grande que tienen que ir a preguntar al departamento de marketing, y no sé si realmente están en ese modo en este momento", analizó sobre el posible salto de BMW a MotoGP.
