La continuidad de Maverick Viñales en el Gran Premio de Indonesia está en seria duda. El piloto del equipo Tech3 KTM ha admitido tras la jornada de entrenamientos de este viernes en el circuito de Mandalika que está meditando no continuar compitiendo durante el fin de semana, debido al intenso dolor que sufre en su hombro izquierdo, una lesión que arrastra desde mitad de temporada, concretamente desde el Gran Premio de Alemania.
La decisión, que todavía no es definitiva, se tomará en las próximas horas junto a su equipo y el personal médico. El propio piloto explicaba con sus palabras lo difícil que ha sido hoy subirse a su KTM. “Fue un día muy duro. Hablaremos con el equipo para entender qué es lo mejor, si parar y volver cuando esté completamente en forma o seguir así”, declaró Viñales.
El piloto catalán todavía sufre las secuelas de la dislocación y fractura de hombro que se produjo en el GP de Alemania el pasado mes de julio. A pesar de haber completado las carreras de San Marino y Japón, la cercanía entre esta última y la cita indonesia ha agravado su estado físico, especialmente en un trazado tan exigente como el de Mandalika.
El de Roses ha explicado que el dolor le provoca "una gran pérdida de información de la moto” y le hace ser especialmente lento en las zonas de cambios rápidos de dirección. “Desde la curva cinco a la nueve pierdo un segundo en comparación con mi compañero de equipo”, especificó.
“Creo que seguir así es muy duro para mí”, sentenció el catalán, quien el jueves se mostraba más optimista sobre su recuperación. Sin embargo, las sensaciones en pista han echado por tierra las esperanzas de Maverick. “No estoy mejorando ahora en términos de fuerza. Me falta mucha fuerza”, admitió este viernes tras bajarse de la moto.
La frustración para Viñales es doble, ya que su KTM RC16 parece rendir a un buen nivel en esta pista, superando los problemas de vibraciones que acusó en Motegi. De hecho, Pedro Acosta ha acabado el viernes en tercera posición, confirmando el potencial del prototipo austriaco en Mandalika: “El agarre es mucho mayor, la moto funciona mejor”, comentó.
De hecho, el piloto asegura que en las secciones del circuito donde su condición no le penaliza, su velocidad es competitiva. “En las curvas en las que me siento normal soy bastante rápido. Así que, para mí, es una cuestión de volver a mi condición física, el resto está bien”, afirmó.
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Ahora, la pelota está en el tejado de Viñales, su equipo y los médicos. La decisión de seguir y arriesgarse a agravar la lesión, o detenerse para llevar a cabo una recuperación completa, marcará no solo su fin de semana en Indonesia, sino posiblemente el resto de la temporada, sobre todo ahora que, tras un parón de una semana, vendrán dos carreras más consecutivas en Australia y Malasia. “No estoy seguro porque quiero estar en la moto, pero tenemos que hablar con el personal médico y con todos para ver qué es lo mejor”, finalizó.
