
Javier OrtegaRedactor |
Maverick Viñales no pudo exprimir a fondo la jornada de test oficial que acogió el Circuito de Misano el pasado lunes. El piloto de Roses fue de los más activos en pista, dando 19 vueltas por la mañana y otras 32 por la tarde, quedándose a mitad de tabla con una mejor vuelta de 1'31.217 que le situó 13º, a ocho décimas de su compañero de fábrica y líder del test, Pedro Acosta.
Mientras en el garaje del Red Bull KTM Team, tanto Acosta como Brad Binder tuvieron a su disposición distintos basculantes, un nuevo chasis y algunos componentes ya con especificaciones 2026, Maverick se centró única y exclusivamente en su moto de este año, agradecido de que KTM no le diera novedades.
El motivo no es otro que los problemas físicos que el piloto de Roses arrastra todavía de su ya lejana caída en Alemania, donde un aparatoso highside le dañó los ligamentos del hombro izquierdo y el catalán no tuvo más remedio que pasar por quirófano. A pesar de haberse cumplido ya dos meses de aquella intervención, el hombro de Viñales todavía no está consolidado, de ahí que el de Roses no quisiera probar en Misano nada importante para KTM ante el temor de no ser capaz de sacar las conclusiones oportunas.
"Misano es muy duro porque hay que ser muy rápido en los cambios de dirección", dijo Maverick en unas declaraciones recogidas por Speedweek.com. "También hay que frenar fuerte, como antes de la curva 8, por ejemplo. Pero, por otro lado, es la mejor pista posible para entrenar".
A la pregunta de qué novedades montó en su KTM, el español confesó "no haber probado nada especial ni traía nada nuevo, así que no puedo decir mucho sobre lo que viene y lo que no. Solo intenté dar algunas vueltas".

Viñales participó en el test de Misano con un claro objetivo en mente: "Di vueltas para presionar el hombro. El objetivo era ver cómo irían las cosas en los próximos días", detalló el catalán, que acabó satisfecho con la respuesta de su cuerpo.
Maverick dice que, en su estado de salud actual, puede "probar cosas", pero admite "no saber lo preciso que puede llegar a ser el feedback. Lucho con la moto en cada vuelta y no puedo ir al cien por cien. Así que no tenía sentido probar piezas nuevas", resume.
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Con algo menos de dos semanas por delante antes de poner rumbo a Japón, Viñales tiene intención de "entrenar al máximo" para afrontar una larga gira asiática con ciertas garantías: "A ver si puedo levantar pesas para ganar músculo, entrenar con mi 600 en el karting. Ese es mi plan para los próximos días. Además de ganar músculo, se trata de flexibilidad. Tengo muchas ganas de ver si realmente puedo acoplarme sobre la moto en Motegi. Sería genial".

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