.jpg) Javier OrtegaRedactor |
Maverick Viñales atraviesa su momento más delicado desde que se unió a KTM. El Gran Premio de Motegi culminó con otro fin de semana sin puntos para el español, que finalizó decimosexto tras partir desde la última posición el domingo. Al terminar la carrera, Viñales no ocultó su frustración y señaló una desconexión total con su moto, agudizada por el dolor físico de su lesión de hombro que arrastra desde el Gran Premio de Alemania.
La raíz del problema, según el propio piloto, es una completa falta de confianza con el tren delantero. "Desde mi regreso, la sensación de pilotaje ha desaparecido", declaró Viñales de forma contundente. El piloto explicó las consecuencias directas de esta situación en la pista: "He tenido muchas pérdidas del tren delantero y no puedo ir rápido".
En un ejercicio de autocrítica, Viñales identificó una decisión que considera clave en su actual declive. "Cometí el error de cambiar a la nueva aerodinámica demasiado pronto, antes de estar físicamente preparado para ello", admitió. Por ello, su petición al equipo es clara y directa: "Ahora, lo primero que quiero es recuperar mi antiguo paquete para poder sacar el máximo".
El piloto de Roses quiere volver a la configuración que tan buenos resultados le dio antes de su grave caída en Sachsenring, cuando era un habitual en el top 10 de cada carrera: "Mi meta es recuperar la moto que tenía antes de la lesión. Antes de Sachsenring, estábamos siempre entre los cinco primeros, sin importar el circuito", recordó, subrayando el drástico cambio en su rendimiento.
La carrera del domingo en Japón fue, además, una prueba de resistencia para el de Roses, que todavía arrastra secuelas de su grave lesión en el hombro en Alemania: "Fue una carrera dura, tenía muchos dolores", aseguró Viñales. El malestar fue tal que le impidió ser competitivo durante gran parte de la prueba. "Llegó un punto en el que no podía empujar más, solo en las últimas cinco o seis vueltas pude volver a intentarlo".
Más allá de sus problemas personales, Viñales también apuntó a un fallo general en el potencial de la moto durante el fin de semana. "El mayor problema fue la moto: los neumáticos no funcionaron, no los estábamos cargando de la manera correcta", analizó. La decepción fue mayor cuando se dio cuenta de que la KTM no estaba siendo competitiva en una pista que, a priori, encaja bien con sus ventajas: "Sobre el papel, KTM debería ser fuerte aquí; en cambio, ha sido una de nuestras carreras más lentas".
Los problemas ya eran evidentes desde los entrenamientos, donde Maverick ya noto un molesto chattering en la rueda trasera que describió como "no normal" y que le hacía perder hasta 15 km/h en algunas curvas. Esta situación lo condenó a la última plaza en la parrilla de salida, un punto de partida que hacía casi imposible una remontada.
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Este resultado en Motegi supone el tercer fin de semana consecutivo sin puntuar para Viñales, que solo ha sumado tres puntos desde su regreso en Barcelona. Su posición en el mundial refleja esta crisis, habiendo caído hasta el decimosexto puesto, muy lejos del top 10 que ocupaba antes de su lesión en Alemania.
