![]() Redactor |
Pecco Bagnaia logró una victoria más que merecida en el Gran Premio de Japón, un triunfo que a punto estuvo de tornarse en desgracia a causa de la fiabilidad del motor de su Desmosedici, que empezó a morir cuando el turinés completaba el último tramo de la carrera. El italiano cruzó la línea de meta del circuito de Motegi en primera posición, justo por delante de su compañero de equipo, Marc Márquez, quien con este segundo puesto se aseguró matemáticamente su séptimo título mundial de MotoGP, el noveno en todas las categorías.
Justo cuando Pecco tenía más que encarrillada la victoria, las cámaras de Dorna empezaron a centrar su atención en el box del italiano, donde se empezaban a ver rostros de preocupación por lo que se veía en las pantallas. Tras una salida impecable, el italiano impuso un ritmo feroz, llegando a amasar una ventaja superior a los cuatro segundos. Sin embargo, pasada la mitad de la prueba, su Desmosedici comenzó a escupir un preocupante humo blanco, una avería que se intensificó en las vueltas finales y permitió a Márquez reducir la diferencia drásticamente.
El propio Pecco no fue consciente de la gravedad del problema hasta el final, cuando vio la bandera a cuadros. "No sabía nada de eso", declaró Bagnaia tras la carrera. "Solo que no entendía por qué en las últimas tres o cuatro vueltas me faltaba potencia en algunas curvas. Pensé: 'Esto es raro, nunca antes me había pasado algo así'".
La situación generó una tensión que se podía cortar con un cuchillo en su lado del garaje, y al final, de forma casi milagrosa, el motor resistió lo justo para asegurar el triunfo. "Por suerte no me sancionaron, porque si hubiera ocurrido, probablemente habría sido un momento aún más difícil en mi carrera", admitió aliviado.
Esta victoria supone un importante bálsamo para el turinés después de una temporada muy irregular, algo que él mismo reconoció. "Me gustaría decir que nunca me he ido. Pero está claro que mis resultados este año han sido un poco raros". A pesar de la alegría, dejó entrever cierta frustración por no haber encontrado esta velocidad mucho antes: "Estoy muy contento con este día, pero al mismo tiempo estoy muy enfadado con este fin de semana. Porque todo esto debería haber pasado antes, quizás después de uno o dos Grandes Premios".
El triunfo de Bagnaia compartió protagonismo con la coronación de Márquez como campeón del mundo. El piloto español ha completado una temporada extraordinaria en su primer año con el Lenovo Ducati, y su compañero de equipo fue el primero en felicitarle. "Marc ha hecho cosas increíbles esta temporada. Fue una máquina durante el resto de la temporada. Enhorabuena a él y a su equipo", afirmó Pecco con gran deportividad.
El italiano también valoró positivamente la convivencia y el aprendizaje junto al nuevo campeón. "Por supuesto, habría sido más bonito si hubiera podido luchar contra él un poco más a menudo, pero ahora tenemos la oportunidad. También quiero darle las gracias, porque he aprendido mucho de él".
Leer también: Iannone: "No soy de los que llaman mucho a Dall`Igna"
De cara a las cinco carreras restantes, Bagnaia se muestra cauto pero motivado. El turinés no sabe si lo ocurrido en Japón es flor de un día o si, por el contrario, será capaz de mantener esta velocidad hasta Valencia: "Quizás en el próximo GP vuelva a estar en el puesto 20, pero simplemente quiero disfrutar de este momento", concluyó, antes de lanzar el guante a su compañero: "Él merece este título, porque ha estado imbatible esta temporada. Veremos si puedo luchar con él en las próximas cinco carreras".