 Por John Fernández@johnnyfumi |
Pecco Bagnaia firmó en Motegi una de sus mejores carreras de la temporada, dominando de principio a fin y recuperando sensaciones que llevaba meses buscando. Pero más allá de su victoria, el campeón italiano se llevó los focos por la manera en la que reaccionó al noveno título de Marc Márquez, con un discurso sincero, lleno de respeto y admiración hacia su compañero de equipo.
El turinés reconoció que la jornada fue agridulce: "De una parte, seguramente estoy muy contento, de otra parte muy enfadado. Enfadado porque no haya llegado esto antes, entiendo porque ahora de repente ¡pam! 37 puntos, además dominando sin problema la carrera. He empezado bien, salido bien, he empujado dos vueltas, controlado y llegado primero. Al final quería solo divertirme sobre mi moto, y cuando te diviertes me pasan las cosas buenas".
Bagnaia no esquivó el recuerdo de un problema que por momentos le preocupó en carrera, cuando notó un bajón de potencia: "Me di cuenta de que en las últimas vueltas faltaba algo en la salida de las curvas, un poco de potencia, pero nada grave. Si hoy me hubieran sancionado por esto, podría haber sido el enfado más grande de mi vida. Pero al final hemos terminado un fin de semana perfecto".
Después, llegó el turno de hablar de Márquez. Pecco fue directo: "No tengo palabras para describir lo que ha pasado. Al final ha vivido muchas cosas que ninguno hemos pasado: operaciones, malos momentos… Y ha tenido una fuerza mental muy de admirar. Me habría gustado poder haber luchado esta temporada con él, pero no es verdad que no ha tenido rivales. Ha sido perfecto toda la temporada, aparte de tres carreras donde se equivocó un poco, pero por el resto ha sido increíble. Felicidades a Marc, a su familia, a Gemma, a todo su entorno".
El italiano también subrayó lo que significa compartir box con un piloto del nivel del ocho veces campeón: "Tener a un compañero de equipo perfecto durante esta temporada te lleva al límite, te hace cuestionarte a ti mismo. Ha habido momentos en los que no me reconocía más, llegaba 21º en un clasificatorio o 11º en carrera, y era imposible de creer. Y cuando tienes al lado a alguien que siempre está fuerte, si tú estás un poco débil, te debilita aún más. Pero he aprendido mucho esta temporada, porque él no siempre era más rápido, pero sabía ganar o estar ahí sin cometer errores. Eso solo lo hacen los campeones".
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Con cinco carreras por delante, Bagnaia quiere cerrar el curso con la misma solidez que mostró en Motegi y empezar a preparar su asalto al 2026: "Tengo otra oportunidad el próximo año para seguir aprendiendo e intentar darle un poco de lucha. Por suerte, quedan cinco más para intentarlo".
