 Por John Fernández@johnnyfumi |
Álex Márquez tenía este domingo un papelón en Motegi. Llegaba como el único piloto con opciones matemáticas de impedir el noveno título de su hermano, aunque necesitaba recortarle siete puntos. La presión y las expectativas pesaban, y lo reconoció abiertamente al bajarse de la moto.
"El objetivo era un seis y hemos conseguido un seis. Hemos sacado el 100% de lo que teníamos", resumió Álex. "Ha sido un fin de semana de los que se atragantan desde el viernes. No quiero que suene a excusa, pero era difícil de gestionar. Era el único que llegaba aquí con opciones de parar a Marc, entre comillas, y toda esa expectación me ha podido un poco. Cuando encima en pista no tienes buenas sensaciones, todo se hace bola. Ha sido una carrera de salvarla, de no cometer errores, de ir al 90% y no querer más, porque no había más".
El menor de los Márquez reconoció que se le hizo cuesta arriba: "Había muchas ganas de alargar un poco este campeonato, de llevarlo a Indonesia, pero no he pilotado como hay que pilotar, con flow, con soltura. Y cuando la bola crece y no tienes sensaciones con la moto, todo empeora. Al pasar por meta y ver que ganaba fue como un vacío en el estómago, de decir 'menos mal, ya está'. Ahora toca centrarme en lo mío".
Preguntado por las palabras de Marc, que le señaló como la persona más importante en su camino, Álex fue sincero: "No estoy muy de acuerdo. Al final, el que va encima de la moto es él. Los que estábamos a su lado no sabemos realmente todo lo que ha pasado por dentro. Nos hemos compenetrado muy bien todos los que estábamos alrededor, mis padres, José, yo… Pero él se lo ha ganado, él se lo ha currado, él ha sido mejor que nadie este año".
Álex recordó cómo defendía a su hermano en los momentos bajos: "Cuando la gente dudaba de él en Honda y decían que estaba acabado, yo tenía clarísimo que no era así. Siempre le decía 'calma, va a llegar'. Sabía que solo necesitaba las armas para luchar. Le motivó mucho el cambio de equipo, volver a apreciar lo que era un equipo pequeño, tener frenos nuevos, todo eso era importante para él. A partir de ahí, ejecutó su plan a la perfección".
El título también tuvo un valor especial para Álex: "Es diferente, porque es el primero en el que yo estoy en pista con él. En el pasado estaba en las celebraciones, en otra categoría, era distinto. Pero hoy, cuando he pasado por meta, he sido el hermano más feliz del mundo. Si alguien se lo merecía, era él".
Leer también: La rueda de prensa más emotiva de Marc Márquez y de la historia de MotoGP: "Estoy en paz conmigo"
El piloto cerró con un mensaje de satisfacción y compromiso: "Lo celebraré con él, por supuesto, pero yo también tengo trabajo que hacer. Tengo una misión que acabar y toca estar a por ello. Y, sobre todo, disfrutar".
