Bruno Sánchez.jpg) Redactor |
Dos días después de anunciar su baja para el Gran Premio de Hungría, donde tenía previsto sustituir a Somkiat Chantra en el equipo LCR, Aleix Espargaró ha roto su silencio. El piloto catalán ha utilizado sus redes sociales para confirmar en primera persona la gravedad de la lesión que lo aparta de las pistas: una doble fractura vertebral sufrida en un accidente de bicicleta.
El paddock de Balaton Park ya conocía su ausencia, pero ha sido ahora cuando el propio protagonista ha puesto nombre y apellidos a la dolencia, despejando cualquier especulación. "El pasado martes, durante un entrenamiento, sufrí una fuerte caída", arrancaba Espargaró su comunicado, detallando el origen del percance que frustró su regreso a la parrilla de MotoGP.
En su mensaje, el piloto de Granollers explicó el proceso que siguió al accidente. "Además de múltiples abrasiones, después de pasar la noche en el hospital Dexeus, las pruebas revelaron dos vértebras fracturadas ", confirmó.
El comunicado también sirvió para reafirmar lo que ya era un hecho, pero esta vez con sus propias palabras. "Lamentablemente, no podré unirme al equipo LCR en el GP de Hungría", escribió, añadiendo una valoración sobre su estado actual: "En estos momentos siento un dolor considerable".
A pesar del diagnóstico y el malestar físico, Espargaró concluyó su mensaje con una nota positiva. "Me mantengo optimista y espero recuperarme lo más rápido posible para volver pronto", afirmó, dejando claro que su único objetivo es iniciar la recuperación para volver a competir.
Los hechos se precipitaron el jueves, cuando Espargaró, ya en el circuito húngaro para sustituir al lesionado Somkiat Chantra, fue declarado "no apto" por el equipo médico del campeonato debido a un fuerte dolor de espalda. Inmediatamente, voló a Barcelona para someterse a las pruebas que ahora han arrojado este diagnóstico.
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Una vez más, su recientemente estrenada carrera como ciclista en el equipo Lidl-Trek le pasa factura. Este percance se suma a la lesión que ya sufrió en una mano durante otra caída en su debut en la Vuelta a Austria, precisamente su debut como ciclista profesional.
