Francis Batta, dueño del Team Alstare Ducati, todavía no puede salir de su asombro después de ver a Max Biaggi probando la Ducati GP13 en Mugello durante la pasada semana. El belga no consigue entender por qué Ducati no le permitió que Max probase la Panigle R de su equipo con el fin de aportar su experiencia en su desarrollo, y sin embargo suba al romano a una MotoGP de un equipo satélite como Pramac.
Así comentaba Batta sus impresiones al canal italiano Sport Mediaset: "Lo que me sorprende es que estuve a punto de pelearme con el señor Gobmaier (Responsable de Ducati Corse) porque yo quería que Max probase la Panigale, y luego le hacen probar una MotoGP... A veces no entiendo su motivación, cuál es la estrategia de la marca".
"Max también podría haber probado la moto de Superbike en este momento: es el campeón del mundo, así que lo normal es que, teniendo esta oportunidad, hubiese podido realizarla. Lo siento mucho porque el proyecto que había estudiado con Max era bueno para Ducati, para el equipo y los patrocinadores, pero otras personas han decidido lo contratrio".
A principios del mes de mayo empezaron a surgir los rumores de que Max Biaggi podría subirse a la Panigale del Team Alstare para ayudar en su desarrollo dada la experiencia que atesora el romano. Se llegó incluso a hablar de una posible participación como wildcard en la ronda de Imola. Parecía que el proyecto saldría adelante, pero la Dirección de Ducati decidió vetar la prueba a pesar de que Batta ya tenía un acuerdo verbal con Biaggi.
El escaso interés que Ducati está mostrando en el Mundial de Superbikes podría deberse a los futuros cambios que sufrirá el campeonato a partir del año que viene, mucho más restrictivo a nivel económico con la intención de recortar gastos en muchos aspectos.
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