Venden una moto streamliner lista para romper r�cords de velocidad... si encuentras un motor, claro

Javier Ortega Redactor

¿Te imaginas estar tranquilamente viendo tu Facebook y encontrar una auténtica moto streamliner a la venta? Pues sí, esto es lo que ha ocurrido. Se trata de un cohete tierra-tierra listo para reventar récords de velocidad en lagos salados, un auténtico chasis streamliner que data de 1969 y que ahora busca un nuevo propietario dispuesto a devolverle a la vida y, quizás, a las salinas de Bonneville.

El responsable de la venta no es un desconocido en el mundo del motor. Se trata de Kent Riches, una figura legendaria por derecho propio, conocido por ser la fuerza impulsora detrás de la Omega Racer. Esta motocicleta hizo historia al convertirse en la primera moto eléctrica en establecer un récord mundial de velocidad en tierra, demostrando que la nueva era de la propulsión también tiene un hueco en la búsqueda de la velocidad pura.

El vehículo en cuestión es una cápsula del tiempo. Según el propio anuncio, se trata de una oportunidad casi única, ya que "los streamliners generalmente se venden dentro de círculos cerrados y rara vez llegan al mercado". Por ello, el vendedor anima a los interesados a "no perder esta oportunidad de hacerse con un streamliner histórico de velocidad en tierra verificado".

La mente detrás de esta maravilla aerodinámica fue Bob Braverman, un nombre inscrito en el Salón de la Fama de la Asociación Americana de Motociclismo (AMA). Braverman no fue solo un piloto, fue un visionario polifacético. Antes de obsesionarse con las dos ruedas, fue una figura clave en la década de 1950 en el desarrollo y la popularización de los coches de slot, el hobby que en España conocemos como Scalextric.

Tras mudarse de Chicago al sur de California en los años 60, su interés viró hacia las motocicletas. Su pasión le llevó a convertirse en editor de la influyente revista Cycle Guide, y más tarde fundaría otras publicaciones como Cycle Rider, Modern Cycle, Street Rider y Custom Chopper.

El principal desafío para el futuro comprador, más allá de desembolsar los 20.000 dólares que se piden, es que el chasis se vende sin motor. La tarea de encontrar una planta motriz adecuada es monumental, pero también una oportunidad para instalar tecnología moderna en una estructura clásica. La ingeniería de 1969 se encontrará con la potencia del siglo XXI.

Para poner en perspectiva el tipo de corazón que necesitan estas máquinas, basta con mirar a sus herederas modernas. La Triumph Infor Rocket Streamliner, por ejemplo, utiliza dos motores de Triumph Rocket III modificados y turboalimentados que suman un total de 2.970 cc. Alimentados con metanol, estos propulsores generan una potencia combinada que supera los 1.000 caballos, suficientes para romper la barrera de los 640 km/h.

Este histórico streamliner nació precisamente como un proyecto editorial. Como reza el anuncio, "esta motocicleta fue construida como un proyecto de revista e incluye tres de las cinco revistas en las que apareció la motocicleta". 

Leer también: Fallece el vicepresidente del Motoclub Bañezano luchando contra el fuego

Los interesados deberán planificar un viaje a Chula Vista, California, donde se encuentra actualmente el vehículo. "Está en el taller de un amigo y se puede ver con cita previa", concluye el anuncio. Por cierto, el precio es negociable.