 Por Alfonso Somoza @sukosomoza |
Siempre se ha dicho que MotoGP sirve de laboratorio para que los fabricantes desarrollen tecnologías que, a posteriori, vemos en nuestras motos. Ahora, sin embargo, se produce el camino inverso: los prototipos del campeonato darán la bienvenida a una nueva ayuda que ya esté presente en muchas motocicletas desde hace años: el control de estabilidad.
Según ha informado Dorna, los equipos de MotoGP tendrán a su disposición una nueva versión del software de la ECU única Magneti-Marelli a partir de este mismo Gran Premio de Austria, una actualización que incluye como gran novedad un Sistema de Control de Estabilidad que permitirá a los equipos gestionar cuánto puede derrapar el neumático trasero en máxima inclinación.
Hasta ahora, el control de tracción que equipan las MotoGP ajustaba la potencia que recibía el neumático trasero basándose únicamente en el deslizamiento del neumático en su banda central de rodadura. Esta función es de ayuda para las situaciones de frenada y aceleración, es decir, con la moto más o menos recta, pero fallaba muchas veces cuando los pilotos se excedían con el gas en el ángulo máximo de inclinación.
El nuevo sistema de estabilidad de MotoGP -también denominado Control de Deslizamiento- medirá el grado de movimiento lateral del prototipo y lo comparará con la aceleración de la moto y su grado de inclinación, una función que, de acuerdo a la nota de prensa enviada por Dorna, "reducirá aún más la probabilidad de caídas por highside", es decir, habrá menos salidas por orejas.
Jack Miller explicó hace poco las ventajas que supone contar con un sistema de control de estabilidad en MotoGP. "El problema del deslizamiento lateral lo llevamos sufriendo desde hace años. La moto cree que tienes el nivel correcto de derrapaje para la velocidad a la que vas, pero no entiende lo inclinada que está la moto en ese momento. Entonces dice 'ok, desliza demasiado, y te corta casi de inmediato el gas, y eso es lo peor que puedes hacer en un momento así", cuenta el australiano.
Pol Espargaró también da la bienvenida a esta nuevas característica de la ECU única de MotoGP. El catalán cuenta que "con la electrónica actual, las fábricas solo pueden ajustar un tipo de deslizamiento, el del centro del neumático. Cuando levantas la moto, el neumático derrapa y el control de tracción lo controla, pero tenemos otro tipo de deslizamiento, el lateral, y no existe ninguna función que lo controle. No nos permiten usar un sistema que ya se usa en las motos de calle", explicó el probador de KTM.
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Todas las fábricas de MotoGP tendrán a su disposición este nuevo software a partir de mañana viernes, coincidiendo con el arranque del Gran Premio de Austria. No obstante, cada fabricante elige qué versión del software monta en su prototipo, de modo que, quizás, algunas marcas todavía no introduzcan el control de estabilidad en esta primera carrera de la segunda mitad de la temporada.
