Bruno Sánchez.jpg) Redactor |
Los hermanos Márquez han protagonizado el último vídeo de la división española de Audi, la marca que, desde hace años, dirige también el futuro de Ducati. En esta ocasión, la pareja de Cervera se ha desplazado hasta el madrileño Circuito del Jarama para disfrutar de un curioso duelo entre dos máquinas muy diferentes: una berlina deportiva eléctrica y una superbike con motor V4.
La "tensión" era palpable desde el inicio. Por un lado, el Audi RS e-tron GT, una máquina de 856 cv alimentada por baterías y por otro, una bestia de dos ruedas como es la Panigale V4 S de 216 cv. Sí, el coche tiene cuatro veces más potencia que la moto, pero también pesa 2.320 kilos frente a los 'ridículos' 208 kilos de la Ducati con su depósito de combustible lleno.
La primera disputa no fue en la pista, sino sobre quién pilotaría qué vehículo primero. "¿Por qué?", pregunta Álex. "Porque soy el mayor", responde Marc con la confianza que le caracteriza. Sin embargo, Álex, no dispuesto a ceder, propuso una solución más justa: "Yo quiero un piedra, papel, tijera y de piedra, papel, tijera. Quien gana decide".
El juego de manos sentenció el orden. Marc, victorioso, no dudó en su elección: "Yo empiezo con la moto". Álex, por su parte, se puso a los mandos del silencioso pero fulgurante Audi, listo para demostrar que las cuatro ruedas también pueden ser territorio de un piloto de motos.
La pregunta flotaba en el aire: ¿podría el coche, con su tracción integral y sus casi 900 cv de potencia, superar la aceleración brutal de la moto en una recta? Marc, con su habitual picardía, le lanzó un dardo a su hermano menor: "Yo, ¿tú crees que me ganas?". La respuesta de Álex fue contundente y sincera: "No, no, con la moto, seguro".
Tras una primera manga de infarto, donde ambos exprimieron al máximo sus respectivas monturas, el resultado fue tan reñido que se podría calificar de "foto finish". Con el primer asalto concluido, llegó el momento del cambio. "Ahora cambiamos", se dijeron el uno al otro. Álex, que había demostrado una gran destreza con el coche, se preparaba para subirse a la moto, mientras que Marc, con una sonrisa, afirmaba: "Ahora tú te pones esto y yo quiero probar el Audi".
El segundo enfrentamiento mantuvo la misma tónica de igualdad y adrenalina, dejando una imagen simpática: la de Marc Márquez gritando un "¡Hostia, cómo corre esto!" nada más apretar a fondo el acelerador del Audi. El resultado fue un empate diplomático, una conclusión casi poética para un duelo fraternal. "Lo dejamos para otro día", comentó uno de ellos, a lo que el otro respondió: "Venga, va. Yo te ganaré otro día".
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Si quieres disfrutar del vídeo completo, puedes verlo a continuación:
