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La moto de circuito personalizada que Michael Schumacher encargó tras su retirada de la F1 ha roto todos los pronósticos en la subasta de RM Sotheby’s. El precio final ha terminado duplicando todas las previsiones posibles.
El vínculo entre Michael Schumacher y las motos fue mucho más que un pasatiempo ocasional. Durante su paréntesis en la Fórmula 1, el piloto alemán se implicó a fondo en el motociclismo, compitiendo incluso en el IDM Superbike alemán y logrando un podio en el circuito húngaro de Pannónia-Ring en 2008. Aquel interés cristalizó en una motocicleta muy especial: una Honda CBR1000RR preparada por Holzhauer Racing Performance en 2010 para que Schumacher la usara en jornadas privadas de test.
Esa misma unidad, apenas rodada (3.752 km, aunque todos en circuito) y equipada con piezas de alto nivel (sin ir más lejos: escape Akrapovič de titanio, ECU con control de tracción y anti-wheelie, semimanillares racing, quickshifter, airbox de competición, enfriador de aceite) ha sido recientemente subastada dentro de la colección "Schumacher y Leyendas de la F1". El precio estimado oscilaba entre 25.000 y 35.000 euros, pero el martillo cayó en 64.800 euros, dejando claro que el aura del 'Kaiser' también cotiza alto sobre dos ruedas.
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La moto, numerada con el dorsal '77' elegido por el propio Schumacher, venía acompañada de casco Schuberth y guantes firmados por el piloto, así como una funda personalizada. Aunque no fue la unidad con la que compitió oficialmente, existen imágenes que confirman que la utilizó en circuitos durante su etapa más activa sobre motos.
El lote formó parte de una subasta exclusiva organizada por RM Sotheby’s entre el 23 y el 30 de julio, en la que también se vendieron objetos relacionados con leyendas como Ayrton Senna, Lewis Hamilton o Jo Siffert. Entre ellos, un par de botas de Senna alcanzó los 28.800 euros, mientras que un mono de Hamilton de 2007 se vendió por 19.800 euros.
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La Fireblade de Schumacher era codiciada por muchos motivos, pero el apellido del alemán todavía retumba años después de su grave accidente que le ha dejado en un estado hasta ahora, todavía desconocido y enigmático. Lo que está claro es que ahora, de alguna manera, forma parte de la historia de un afortunado coleccionista que, seguramente, no querrá volver a arrancarla. Aunque si lo hace, no le faltará potencia ni leyenda.
