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Augusto Fernández ya está listo para afrontar el que será su quinto fin de semana del año en MotoGP. El probador de Yamaha participará en la ronda de la República Checa en calidad de wildcard con el único objetivo de contribuir al desarrollo de la YZR-M1, y aunque no podré competir todavía con el motor V4 que el fabricante japonés lleva meses puliendo, Fernández hará lo posible por ayudar a Àlex Rins y Fabio Quartararo a la hora de solucionar los problemas que los pilotos oficiales de Yamaha siguen arrastrando sobre la M1 actual.
El piloto de 27 años no compite sobre la Yamaha desde la pasada cita de Aragón, donde arañó tres puntos en la carrera del domingo. Allí, confiesa ahora, "no fue nada fácil" competir contra el resto de pilotos permanentes de la parrilla, por eso afronta esta nueva cita en Brno "con las mismas expectativas" que entonces, es decir: empezar el viernes e ir progresando sesión tras sesión.
"Al final, tuve un buen fin de semana allí después de un largo periodo sin competir, pero Aragón es un circuito que conozco bien, así que esta vez será diferente", cuenta Augusto desde el paddock del Circuito de Brno, una pista en la que ya tiene experiencia sobre la Moto2.
Dejando a un lado su presencia en Brno, Augusto ha hablado hoy largo y tendido sobre la situación del proyecto V4 de Yamaha. El probador oficial de Iwata no esconde que "en los últimos test he pasado cada vez más tiempo en la moto V4", y tras comparar los tiempos con los que están haciendo los pilotos oficiales sobre la L4 -del orden de dos segundos más lentos-, reconoce que "necesitamos acelerar el proceso, porque todavía queda mucho trabajo por hacer si queremos competir con la V4 el año que viene".
Fernández señala que, a pesar de llevar meses trabajando con la moto V4, todavía no tienen "el paquete completo", argumentando que "el motor no es el definitivo" y que todavía está "en las primeras etapas de desarrollo". De hecho, hasta hace poco no recibieron "el primer chasis y piezas nuevas" específicas para la V4, y por eso, insiste, "necesitamos acelerar el proceso".
El español ve como "prometedor" y "muy positivo" el rendimiento del motor V4, aunque advierte que, a día de hoy, "no es lo suficientemente rápido como para decidir competir con el V4 el año que viene. Veremos si podemos hacer algunas pruebas durante el verano para intentar tener la moto lista para el final de la temporada".
Uno de los motivos por los que ni Augusto ni Andrea Dovizioso están explotando al máximo las ventajas del propulsor V4 tiene que ver con el enfoque de los ingenieros de Iwata: "El motor no está al máximo rendimiento, los japoneses no nos han dado toda la potencia que puede entregar porque creo que quieren entender cómo funciona muy bien sin romper nada. Estamos avanzando poco a poco, porque así es como funciona en Japón: quieren entender las cosas muy bien".
Augusto afirma "no tener nada en contra de este sistema", pero espera que la filosofía japonesa no acabe retrasando todo el proyecto, sobre todo si quieren correr con el V4 en 2026.
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En lo personal, Fernández dice "sentirse muy cómodo con la moto V4" porque se trata de "una moto muy diferente a la actual, y puedo decir que parece tener mucho potencial". Y reconoce sin pudor alguno que Yamaha está mucho más centrada en el proyecto V4 que en la M1 actual, quizás la queja que más se escucha desde el box de Fabio Quartararo: "He estado trabajando cada vez más con el V4 en los últimos test, sin olvidar, obviamente, la M1 actual. Pero estamos al final del proyecto M1 (cuatro en línea), así que todos en Yamaha estamos totalmente centrados en el V4 ahora mismo. Pero todavía necesitamos un poco más de tiempo".