Se viene el airbag motero definitivo: se hinchan hasta las botas e incorpora dos paraca�das

Javier Ortega Redactor

Imagínate salir a rodar en moto con tus vaqueros de siempre, una chaqueta discreta y unas botas cómodas. Ahora, imagina que esa misma ropa de calle esconde un sistema de protección integral capaz de hincharse en milisegundos ante un accidente, protegiéndote desde los pies hasta la cabeza. Esta visión, que parece sacada de una película de ciencia ficción, es la base de una nueva y revolucionaria patente que podría redefinir el concepto de seguridad para los motoristas.

La propuesta -filtrada en la web de patentes patentscope.wipo.int- llega desde Suecia, de la mano de la empresa Airbag Inside Sweden AB, más conocida por su marca comercial, Mo'Cycle. Lejos de conformarse con los chalecos airbag ya existentes, la compañía ha diseñado un sistema de protección total que se integra de forma invisible en la vestimenta cotidiana del motorista. La clave no está solo en proteger el torso, sino en extender esa seguridad a las extremidades, especialmente a las piernas, que son las grandes olvidadas por la tecnología actual.

El origen de esta idea se remonta a casi dos décadas, cuando el inventor buscaba una solución para hacer más seguros los pantalones vaqueros para montar en moto. El resultado de esta búsqueda es el corazón de la nueva patente: unos pantalones que, a simple vista, parecen unos jeans normales, pero que ocultan una compleja red de túneles de aire. Estos conductos, fabricados con materiales elásticos y resistentes a la abrasión y al calor, pueden imitar la textura del tejido vaquero, pasando completamente desapercibidos.

En caso de impacto, estos túneles se inflan instantáneamente gracias a un cartucho de gas, creando una coraza que envuelve muslos, pantorrillas, cintura y caderas. Esta innovación aborda directamente una de las estadísticas más preocupantes del motociclismo: las lesiones en las extremidades inferiores no solo son las más comunes en accidentes graves, sino que a menudo derivan en discapacidades permanentes, cambiando la vida del piloto para siempre.

El sistema no se detiene en las piernas. La patente describe un conjunto completo que incluye también una chaqueta y unas botas equipadas con la misma tecnología de túneles de aire. La activación del mecanismo es dual, ofreciendo al usuario la posibilidad de elegir. Por un lado, puede funcionar con un sistema mecánico tradicional, mediante una correa que conecta la prenda a la moto y activa el inflado al separarse bruscamente. Por otro, puede optar por una configuración electrónica avanzada.

Mo'Cycle ya vende pantalones con airbag

Esta versión electrónica utiliza una serie de sensores que detectan patrones de movimiento anómalos, como una deceleración súbita o un ángulo de inclinación extremo. Las distintas piezas del equipo (botas, pantalones y chaqueta) pueden comunicarse entre sí de forma inalámbrica, de modo que si varios componentes detectan una situación de peligro de forma simultánea, el sistema se despliega con una precisión milimétrica, garantizando una protección coordinada en todo el cuerpo.

Pero la característica más sorprendente de esta patente son las dos "cúpulas hinchables" integradas en la parte superior de la chaqueta. Aunque la documentación técnica evita llamarlos paracaídas, su función es muy similar. Al activarse, estas estructuras se despliegan hacia arriba y hacia los lados desde los hombros, cumpliendo un doble objetivo: crear un considerable efecto de frenado aerodinámico para reducir la velocidad del piloto durante la caída y actuar como una barrera protectora para la cabeza ante impactos laterales.

Para complementar esta armadura del siglo XXI, el sistema puede vincularse a una aplicación para teléfonos inteligentes. Esta app no solo servirá para comprobar el estado de la batería o el sistema, sino que transformará el equipo de seguridad en un copiloto digital. El piloto podrá registrar y analizar datos de su ruta, como tiempos por vuelta en un circuito, velocidades máximas alcanzadas o la trazada seguida, convirtiendo la protección en una herramienta de mejora del pilotaje.

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Aunque este revolucionario equipo se encuentra aún en fase de patente y no está disponible comercialmente, su filosofía supone un cambio de paradigma. Su gran baza es eliminar una de las principales barreras para la adopción de equipos de alta seguridad: la incomodidad y la estética. Al integrar la protección en ropa de apariencia normal, se fomenta su uso en el día a día, ya sea para ir al trabajo, a la universidad o simplemente a hacer un recado.