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La espera ha terminado. Tres meses después de su gravísimo accidente en Qatar, el vigente campeón del mundo de MotoGP, Jorge Martín, volverá a la competición este fin de semana en el Gran Premio de la República Checa. La confirmación ha llegado tras un exitoso y crucial test privado en Misano, donde el piloto madrileño no solo ha superado el examen físico, sino que además ha constatado que la Aprilia RS-GP que le espera es una moto mejor que la que dejó.
El regreso del campeón, que aún debe recibir el "apto" definitivo de los médicos el jueves —un mero trámite—, pone fin a un largo y agónico periodo de recuperación y abre un nuevo y emocionante capítulo en una temporada que, para él, prácticamente empieza ahora. "No puedo esperar a volver a subirme a la moto", ha afirmado un exultante Martín en el comunicado oficial de Aprilia. "Estoy realmente feliz de que este momento haya llegado por fin. Junto con Aprilia, tenemos mucho trabajo por delante".
La clave para este regreso ha sido la jornada de test que el piloto completó la semana pasada en el Misano World Circuit Marco Simoncelli. Amparado en la nueva normativa que permite a los pilotos lesionados de larga duración realizar una prueba privada, Martín completó 64 vueltas (unos 275 kilómetros) a los mandos de la última evolución de la RS-GP25.
Según ha desvelado el team manager de Aprilia, Paolo Bonora, el equipo afrontó la prueba "conscientemente sin expectativas", con el único objetivo de "entender su condición física". Sin embargo, el resultado les dejó "bastante impresionados". "Jorge estaba muy satisfecho, y nosotros también. Sus comentarios fueron especialmente positivos", ha declarado Bonora a MotoGP.com.
Lo que más ha ilusionado al equipo no ha sido solo la resistencia física de su piloto, sino su veredicto sobre la moto. En estos tres meses de ausencia, el trabajo de desarrollo en Noale, liderado en pista por Marco Bezzecchi y el probador Lorenzo Savadori, no se ha detenido. Y Martín lo ha notado.
"Dijo sobre todo que la moto ha mejorado en comparación con su último contacto en Qatar", ha revelado Bonora. "Estaba positivo y feliz, porque hemos reaccionado a todos los puntos que él había señalado. Hemos trabajado especialmente en la estabilidad, y eso lo ha notado de inmediato".
Este 'feedback' es, además, la confirmación de que el camino de desarrollo seguido es el correcto. "Y sí, Jorge, en las pocas vueltas que ha podido dar en Misano, ha dado exactamente el mismo 'feedback' que Marco y Lorenzo. Eso demuestra que la fábrica de Aprilia ha trabajado mucho, y él siente que la moto ha mejorado", ha afirmado el directivo, sin olvidar el agradecimiento a sus otros dos pilotos: "Tenemos que agradecer a Marco Bezzecchi y a Lorenzo Savadori, han hecho un trabajo magnífico en los primeros seis meses".
A pesar del optimismo desbordante, en Aprilia mantienen los pies en el suelo. Saben que el regreso no será un camino de rosas. El resto de la parrilla acumula miles de kilómetros de competición, y Martín tendrá que afrontar el fin de semana de Brno casi como un test de pretemporada.
"Cuando compites contra pilotos que tienen 6.000 kilómetros más de experiencia, las primeras vueltas son un test", subraya Bonora. "Hay que averiguar en qué dirección hay que ir. Afrontamos esto con mucha calma, acompañando su recuperación de forma inteligente y prudente para que coja el ritmo en el momento adecuado. No es fácil. Cada vuelta ayuda a volver al ritmo".
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Con la confianza recuperada y con una moto que ha demostrado ser competitiva en manos de Bezzecchi, Jorge Martín afronta su "segunda" temporada con una ambición intacta. "Tenemos un gran potencial para tener éxito. Ahora es el momento de empezar a construir y aspirar a una segunda mitad de temporada fuerte", ha sentenciado.