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El camino de vuelta de un campeón está lleno de pequeños hitos, de días que marcan un antes y un después en la larga y solitaria travesía de una lesión. Y para Jorge Martín, el pasado jueves en el Circuit de Barcelona-Catalunya fue uno de esos días. El vigente campeón del mundo de MotoGP, alejado de los circuitos desde su grave accidente en Qatar, completó un intenso test privado a los mandos de una Aprilia RSV4 de calle, una jornada que no solo sirvió para evaluar su estado físico, sino que también nos ha permitido colarnos, a través de un vídeo compartido por él mismo, en la intimidad de su recuperación y escuchar de su propia boca la frase que todo el paddock esperaba: "Si todo va bien, nos vemos en Brno".
El vídeo, una pieza personal y cercana, nos muestra a un Martín concentrado, metódico, pero sobre todo, feliz de volver a sentir la velocidad. La moto elegida para este examen crucial no fue su RS-GP de MotoGP, sino una RSV4 de producción preparada para la pista, una máquina potente pero más dócil, ideal para recuperar sensaciones sin asumir los riesgos de un prototipo de la categoría reina. "Estamos aquí en Montmeló, vamos a probar la RSV4, que es una moto de calle pero la hemos preparado un poquito para circuito", explica el propio Jorge al inicio de la jornada, detallando los ajustes realizados para la ocasión.
A lo largo de más de 60 vueltas al trazado catalán, el piloto madrileño no solo puso a prueba su mermado físico, sino que también trabajó en detalles técnicos, buscando reencontrarse con los automatismos del pilotaje. "La verdad es que es una moto que me gusta mucho, es súper ágil. Obviamente no tiene la potencia de la MotoGP, pero para entrenar es perfecta", comenta mientras analiza la telemetría con su padre. En el vídeo, se le ve probando diferentes configuraciones, ajustando la electrónica y buscando los límites de una moto que, aunque de calle, exige el máximo respeto.
La jornada fue un examen exhaustivo para su cuerpo, especialmente para las costillas y el escafoides fracturados. El propio Martín reconoce la dureza del proceso: "La verdad es que estoy bastante cansado. Llevo muchas vueltas y el cuerpo lo nota. Sobre todo en las frenadas fuertes, el hombro y la muñeca sufren un poco, pero es normal después de tanto tiempo parado". A pesar del cansancio, las sensaciones fueron abrumadoramente positivas, un paso de gigante que le permite mirar al futuro con un optimismo renovado.
Este test en Barcelona era la prueba de fuego que necesitaba antes de dar el siguiente paso, el definitivo: volver a subirse a su Aprilia RS-GP de MotoGP. Un hito que, como ya se había anunciado, tendrá lugar este próximo miércoles 9 de julio en un test privado en el circuito de Misano. Esa jornada será la que dicte sentencia sobre su posible regreso a la competición antes del parón veraniego.
Y es aquí donde llega el mensaje más esperado, la declaración que pone fecha y lugar a su posible retorno. Al finalizar el vídeo, con la satisfacción del trabajo bien hecho reflejada en su rostro, Jorge Martín lanza la frase que todos sus seguidores, y el propio equipo Aprilia, anhelaban escuchar.
Con la vista puesta en el Gran Premio de la República Checa, la última cita antes de las vacaciones, el campeón del mundo sentencia: "Bueno, un día muy positivo, más de 60 vueltas. Me he encontrado muy bien, así que si todo va bien, nos vemos en Brno".
La cuenta atrás ha comenzado. Tras meses de incertidumbre, de dolor y de un complejo entramado contractual, el piloto vuelve a hablar donde más le gusta: en la pista. El test de Misano será el examen final, pero las sensaciones de Barcelona y, sobre todo, su propia determinación, apuntan a que el regreso del campeón está más cerca que nunca. El paddock de MotoGP ya se prepara para recibir de nuevo al dorsal número 1.
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Aquí puedes ver el vídeo completo del test de Jorge Martín en Barcelona: