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Hay motos que pasan por el mercado sin pena ni gloria, otras que dejan un recuerdo agradable, y luego están las que, sencillamente, lo cambian todo. Definen una categoría, establecen un nuevo estándar y se convierten, casi sin darnos cuenta, en parte del paisaje de nuestras ciudades y carreteras. En esta última y selecta categoría, la Yamaha MT-07 ocupa, por méritos propios, un lugar de honor.
Este 2025, mientras escribo estas líneas, se cumple una década desde que Yamaha desató su "Lado Oscuro de Japón" en el segmento de las naked de media cilindrada, y el fenómeno, lejos de apagarse, sigue más vivo que nunca. No es una simple percepción. Las cifras, a menudo frías pero siempre reveladoras, respaldan esta afirmación.
En 2024, sin ir más lejos, la MT-07 se coronó como la motocicleta de carretera más vendida en un mercado tan competitivo como el español, con 3.099 unidades matriculadas, colándose en el top 10 global si incluimos a los omnipresentes scooters.
Un éxito que no es flor de un día, sino la consolidación de un reinado que dura ya diez años. Pero, ¿cuál es el secreto? ¿Cómo ha conseguido esta máquina, en un segmento donde la competencia es feroz, no solo sobrevivir, sino dominar de una forma tan apabullante?
Como periodista que ha tenido la suerte de probar prácticamente todas sus generaciones y a la mayoría de sus rivales, creo que el éxito de la MT-07 no responde a un único factor, sino a una receta magistralmente equilibrada, a una especie de conjunción astral donde cada ingrediente cumple su función a la perfección. Es una moto que supo entender lo que el motorista medio realmente buscaba: diversión, fiabilidad, una estética con carácter y un precio que no te obligara a hipotecar la casa. Analicemos las claves de este icono moderno.
Yamaha lanzó su MT-07 en 2014
El corazón de la bestia: el motor CP2 como fábrica de sonrisas
Toda gran moto tiene un gran motor, y en el caso de la MT-07, el propulsor CP2 de dos cilindros en paralelo y 690 cc es mucho más que eso; es el alma de la fiesta. Cuando Yamaha lo presentó, el concepto de cigüeñal "crossplane" a 270º no era nuevo, pero su aplicación en una moto de media cilindrada, accesible y popular, fue un golpe de genialidad. Este diseño, con su orden de encendido irregular, le otorga un carácter que recuerda al de un V-twin, con una entrega de par contundente y lineal desde muy bajas vueltas y un sonido ronco y distintivo que la diferencia de inmediato de los suaves tetracilíndricos o de otros bicilíndricos más convencionales.
El resultado es un motor increíblemente juguetón y lleno de vida. No necesitas llevarlo a la zona roja del cuentavueltas para sentir que la moto empuja. Es un propulsor que te invita a abrir gas a la salida de cada curva, a disfrutar de recuperaciones enérgicas sin necesidad de estar constantemente jugando con el cambio. Es, en definitiva, una fábrica de sonrisas. Y esa ha sido, desde el primer día, su principal arma de seducción.
Con el paso de los años y las sucesivas normativas Euro, Yamaha ha sabido refinar este motor sin restarle ni un ápice de su carácter. En la última generación de 2025, no solo se ha optimizado su rendimiento, sino que se ha trabajado en la experiencia sensorial. Un innovador sistema de amplificación acústica, con cuatro aberturas en la nueva tapa del depósito, canaliza las ondas sonoras del motor directamente hacia el piloto, mejorando la conexión y haciendo que cada golpe de gas sea más emocionante.
Equilibrio y agilidad: una parte ciclo que invita a bailar
De poco sirve un motor divertido si el chasis no acompaña. Y aquí, la MT-07 vuelve a dar en el clavo. Su éxito se ha cimentado en una parte ciclo que, sin recurrir a componentes estratosféricamente caros, ofrece un equilibrio soberbio entre agilidad para la ciudad y estabilidad para la carretera. Su chasis de acero tubular, ligero y compacto, junto con un peso total que en la última versión de 2025 se ha reducido hasta los 183 kg (¡un kilo menos que la anterior, a pesar de incluir más tecnología!), la convierten en una moto increíblemente fácil de manejar.
Los ingenieros de Yamaha han realizado un trabajo meticuloso en la reducción de masas, especialmente las no suspendidas. El uso de nuevas llantas fabricadas mediante el proceso patentado Spinforging, que son 480 gramos más ligeras que las anteriores, reduce el efecto giroscópico y se traduce en una dirección más ágil y precisa. Es esa sensación de que la moto va exactamente por donde le indicas, de que puedes cambiar de dirección con un simple pensamiento, lo que la hace tan adictiva en un puerto de montaña.
La evolución en este apartado ha sido constante. La nueva MT-07 de 2025 incorpora por primera vez una horquilla invertida de 41 mm y pinzas de freno de cuatro pistones con anclaje radial, elementos que no solo mejoran el aspecto visual, dándole una apariencia más premium, sino que también ofrecen una sensación más firme y una potencia de frenado más consistente.
Además, el chasis y el basculante asimétrico han sido rediseñados para aumentar la rigidez torsional, longitudinal y lateral entre un 12% y un 13%, lo que se traduce en una mayor estabilidad, especialmente cuando vamos cargados con equipaje, haciendo de ella una moto aún más versátil.
El "Lado Oscuro de Japón": una estética que ha creado escuela
La MT-07 no solo se conduce bien; también luce espectacular. Yamaha supo crear, con la filosofía de diseño "The Dark Side of Japan", una estética que rompió moldes en 2014 y que ha sabido evolucionar sin perder su esencia. Su aspecto futurista, agresivo, casi de 'streetfighter', con una estructura de "doble piso" (una parte superior atractiva y una inferior minimalista y funcional), caló hondo, especialmente entre los motoristas más jóvenes, creando un seguimiento de culto.
La cuarta generación de 2025 profundiza en este concepto. La nueva unidad de faros LED bifuncionales, con un diseño que deliberadamente asemeja "dos ojos que te miran fijamente", le otorga un frontal aún más característico y amenazador. La carrocería, completamente nueva y esculpida, busca mantener un cierto grado de volumen para que la moto se sienta proporcionada y "grande", algo que los motoristas europeos apreciamos, pero sin dejar de ser minimalista. De hecho, los nuevos paneles pesan 600 gramos menos que los de la versión anterior.
Se ha puesto un cuidado exquisito en los detalles, como el recorrido de los manguitos y el cableado para mantener un aspecto limpio y ordenado, o el diseño del piloto trasero LED, que encendido enfatiza el eje vertical formado por el colín y la espalda del piloto. La MT-07 es una de esas motos que, incluso parada, transmite dinamismo y carácter. Ha engendrado numerosos imitadores, pero ninguno ha conseguido igualar la pureza de diseño y la emoción que transmite una máquina que sigue definiendo su categoría.
Tecnología y accesibilidad: la fórmula mágica del éxito
Y llegamos al último ingrediente, el que probablemente ha cimentado su éxito masivo: la combinación de tecnología avanzada y un precio accesible. La MT-07 siempre ha ofrecido mucho por relativamente poco, y la nueva generación de 2025 lleva esta filosofía a un nuevo nivel. La incorporación del acelerador electrónico YCC-T (Yamaha Chip Controlled Throttle), una tecnología heredada de sus hermanas mayores, ha abierto la puerta a todo un arsenal de ayudas electrónicas.
Por primera vez, la MT-07 cuenta con modos de conducción personalizables (YRC). El piloto puede elegir entre tres mapas de potencia y dos niveles de control de tracción (que también se puede desconectar), adaptando el carácter de la moto a su estilo o a las condiciones de la carretera. Todo ello se gestiona a través de una nueva instrumentación con pantalla TFT a color de 5 pulgadas, que además ofrece conectividad con el smartphone a través de la app MyRide para gestionar llamadas o música, e incluso puede mostrar navegación giro a giro con la app Garmin StreetCross.
Pero la gran revolución para 2025 es la llegada de la versión MT-07 Y-AMT, que estrena en la plataforma CP2 el sistema de cambio manual automatizado de Yamaha. Esta tecnología elimina la necesidad de accionar la maneta de embrague y permite elegir entre un cambio totalmente automático (con dos modos, D y D+) o un cambio manual accionado mediante unas levas en la piña izquierda. Es un avance que no solo mejora la experiencia de conducción, haciéndola más pura y emocionante al permitir al piloto concentrarse en la trazada, sino que también la hace mucho más accesible, especialmente a baja velocidad, inspirando confianza en pilotos menos experimentados.
Todo este despliegue tecnológico, sumado a detalles como el embrague asistido y antirrebotes de serie, los nuevos conmutadores del manillar o las funciones avanzadas de los intermitentes (autocancelables y con señal de parada de emergencia), convierten a la MT-07 en una de las motos más completas y avanzadas de su segmento.
Una década de reinado y un futuro brillante
Cuando echamos la vista atrás, es fácil entender por qué la Yamaha MT-07 ha cumplido una década en lo más alto. No es solo un motor, un chasis o una estética. Es la suma perfecta de todas sus partes. Es la moto que te sirve para ir a trabajar cada día con una agilidad y una facilidad pasmosas, y que el fin de semana se transforma en una máquina de pura diversión en tu carretera de curvas favorita. Es accesible para los que empiezan, pero lo suficientemente gratificante como para enamorar a los veteranos. Es tecnológicamente avanzada, pero sin perder esa conexión pura y mecánica que buscamos en una moto.
Después de diez años, la leyenda urbana continúa, más refinada, más tecnológica y, si cabe, más divertida que nunca. Yamaha ha sabido evolucionar su gallina de los huevos de oro sin desvirtuar la esencia que la hizo triunfar. Y viendo la nueva generación, todo apunta a que el "Lado Oscuro de Japón" seguirá iluminando nuestras carreteras durante, al menos, una década más. ¡Larga vida a la Reina!