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La picaresca le ha salido cara a un motorista valenciano que, durante semanas, jugó al escondite con los radares de Castellón. Su técnica era tan rudimentaria como arriesgada: cada vez que pasaba por un punto de control de velocidad, levantaba la mano para tapar la matrícula. Pero tras una docena de intentos y velocidades de escándalo, la Policía Local le ha puesto nombre y apellidos.
El joven, de 24 años, ha sido identificado por la Sección de Atestados tras un seguimiento exhaustivo que ha implicado varias horas de revisión de imágenes y coordinación con la Guardia Civil de Tráfico. Su moto fue captada hasta en doce ocasiones circulando por vías urbanas a velocidades muy por encima de lo legal, en algunos casos duplicando con creces el límite.
En tres de esos episodios, el exceso no se quedó en una simple infracción: se adentra en terreno penal. En zonas donde el máximo permitido era de 60 km/h, el conductor fue cazado a 129, 133 y 142 km/h. Estos registros, por su gravedad, podrían constituir delitos contra la seguridad vial según el Código Penal español, que contempla penas de prisión de tres a seis meses, multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, además de la retirada del carnet por hasta cuatro años.
Además, cada una de las infracciones administrativas por superar los límites de velocidad podría conllevar sanciones económicas de hasta 600 euros y la pérdida de seis puntos del carné de conducir. A eso habría que sumar la multa por intentar ocultar la matrícula, que según la Ley de Seguridad Vial puede llegar a los 6.000 euros y conllevar la pérdida directa del permiso de conducir.
El concejal de Seguridad y Emergencias de Castellón, Antonio Ortolá, no ha escatimado en elogios hacia el equipo encargado de la investigación. “Detrás de cada intervención de la Policía Local hay muchas horas de análisis, seguimiento e investigación, como demuestra este caso”, ha destacado. También ha subrayado que “la ciudadanía debe saber que la seguridad vial en Castellón es una prioridad y que no vamos a permitir comportamientos que pongan vidas en peligro”.
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Ortolá ha insistido en el valor del trabajo meticuloso realizado por los agentes: “La Policía Local no solo está en la calle. También investiga, analiza pruebas e identifica a quienes creen que pueden eludir la ley. Esta actuación demuestra que el trabajo constante y silencioso tiene resultados”.